Hasta este lunes, los actos de culto de la comunidad cristiana se han realizado a puerta cerrada y sin la presencia de los fieles. Pero ahora en la fase 1 de la desescalada, los lugares de culto religioso abren de nuevo sus puertas, aunque con el limite del tercio de su aforo previsto. Al igual que en el resto de templos de culto de toda España, en las parroquias de Melilla están tomando medidas de seguridad y distanciamiento para evitar contacto entre los fieles.
En la parroquia del Sagrado Corazón, en el centro de la ciudad, también se han tomado las medidas pertinentes para garantizar la seguridad en la iglesia. Una de ellas es que se ha marcado en la bancada el lugar donde deben sentarse los feligreses para que pueda guardarse la distancia de seguridad entre las personas que asisten al templo.
Además, también en la entrada de la Iglesia se han colocado dispensadores de gel hidroalcohólico para que puedan desinfectarse las manos. Las autoridades locales, la delegada del Gobierno y el consejero de Economía y Políticas sociales, asistieron a la iglesia del Sagrado Corazón para ver cómo se han llevado a cabo las medidas de seguridad y felicitaron a su párroco, el vicario de la ciudad.
Las misas ordinarias tienen lugar a las 20:00 horas, pero en domingos y festivos, el horario es a las 9:30 horas, a las 12:00 horas; y además, los domingos se hará otra misa en domingo a las 20:00 horas de forma provisional según el aforo, a fin de que ayude con la reducción del aforo.
El vicario de Melilla, Eduardo Resa, en conversaciones con El Faro, comentó que el retorno a la eucaristía ha tenido buena acogida y el primer día, pudo haber cerca de cincuenta personas en la iglesia. Aseveró que los feligreses cristianos están siendo fieles cumplidores de las normas sanitarias exigidas.