Cuarenta disparos alertan a una anciana Caronte de la llegada de dos jóvenes. “Cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos. Estos son. Silencio. Silencio, que ya vienen”. Así da comienzo la obra de teatro que se inspira en el asesinato de los dos jóvenes melillenses que murieron el 27 de octubre de 2013 a manos de la Marina Real de Marruecos, Emin y Pisly. Ahora, Fulgencio M. Lax, profesor de Dramaturgia en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia, trata de componer esta historia para convertirla en teatro. La semana pasada Abdeselam Ahmed, el padre de Pisly, se hacía eco de un artículo en este periódico en la que se anunciaba que el dramaturgo reflejará en una obra de teatro la trágica historia de estos jóvenes y la búsqueda de respuestas y justicia. El Faro ha charlado con el dramaturgo que está aún trabajando en los últimos flecos de esta obra que llevará como título ‘Emin y Pisly. El silencio de las olas’.
–¿Cómo llegó a este caso?
–Soy muy amigo de Tania Costa (compañera de El Faro) y un día me contó la historia de esta tragedia e inmediatamente la motivación surgió. Es un tema muy teatral porque es muy trágico. Entonces, me impactó bastante.
–¿La obra está ya terminada?
–No. Está avanzada pero voy muy despacio para ir integrando información veraz. Aunque haya una intervención estética de lo que es el acontecimiento, trato que los datos que se lean sean los reales.
"Aunque haya una intervención estética del acontecimiento, trato que se lean los datos reales”
–¿Qué partes del suceso aborda? ¿El después?
–Claro. La historia está contada desde la mitología y desde ‘La Divina Comedia’. Caronte, que es una mujer mayor, está esperando la llegada de estos dos chicos, porque ella sabe que van a llegar. Entonces, en el momento en el que suenan cuarenta y dos disparos, ella dice unas palabras terribles: “Silencio. Silencio, que están llegando, ahora es el momento”. Es así un poco el juego dramático pero contándolo del espacio que nosotros no vemos y que no podemos contar porque es el espacio que está más allá de la muerte. Y sobre todo para contemplar ese espacio de miedo, de incertidumbre, de soledad, de eternidad también pero de desasosiego y también de incomprensión.
Eso me permite también abrir el abanico para contemplar la desolación de los padres, y sobre todo el silencio. El silencio no es solo de la muerte, sino es el silencio que rodea un acontecimiento como este. Lleva un subtítulo, ‘El silencio de las olas’. Es como si el mar hubiera guardado silencio, el único testigo es el mar y ni siquiera el mar aporta datos para la tranquilidad de estos padres.
Por supuesto también incorporar el silencio político, el desamparo al que nos vemos sometidos cuando hay otros intereses. Yo en esto soy bastante duro. El Rey de Marruecos es el hermano pequeño de nuestro Rey Emérito es el hermano. Lo ha dicho él muchísimas veces, ha declarado que el padre de Hassán era su hermano mayor y él ahora es el hermano Hassán II. Si esto es así, mójate, para dar una respuesta después de tanto tiempo. Con lo cual aquí hay unos intereses oscuros. Ahora mismo estoy trabajando en esta línea, por que hay que ser duro. No puede haber una contemplación que alivie la actitud del Gobierno español y sobre todo la del Rey Emérito.
–¿De modo que aún se está desarrollando?
–Está bastante avanzada, pero estoy esperando a que me llegue una documentación. Luego he tenido el contacto con el padre de Pisly, y con la mala fortuna de lo que le ha ocurrido a su segundo hijo. Entonces he parado un poco porque no he querido presionar con los documentos que le había pedido, y así estamos. Pero espero terminarla prontito.
–Será entonces una obra con un contenido político, ¿no?
–Va a ser político porque hay unos responsables de este silencio, pero no tiene un carga ideológica para nada. Pero sí que de pronto hay un padre que lanza una pregunta al aire que no obtiene respuesta. Y los responsables tienen título político. Hay un presidente del Gobierno, un rey, un embajador y hay un ministro del Interior. Entonces de alguna forma esto inevitablemente tiene que aparecer.
"No tiene una carga ideológica, pero de pronto un padre lanza una pregunta al aire que no obtiene respuesta”
–Antes ha mencionado a Caronte, ¿se cuenta a través de este personaje?
–Lo de Caronte es una metáfora para situarte en el último viaje que inician las almas hacia ese túnel blanco que dice la gente que se ve y que una vez que la cruzas ya no vuelves. Pues para iniciar ese viaje la Muerte, que sabe que va a venir, los está esperando para recibirlos. Es para recogerlos y aliviar un poco la soledad de estas criaturas que han tenido una muerte tan tremenda y tan desamparada. Nadie da una respuesta, con lo cual al no haber respuestas, todavía la soledad es mucho más dura.
Ante ese desamparo que haya alguien que los esté esperando y los recoja. Pues qué mejor que la figura maternal, una mujer mayor, amable, cariñosa, que casi que recoge las almas y se las lleva. Esto es una parte de la poesía que no voy a ablandar porque no es una parte amable porque ha sido una muerte, se nos han ido estas dos criaturas.
–¿Quién cuenta la historia?
–La historia no la cuenta nadie. Es como si el espectador se asomara a una ventana y viera lo que está pasando. Yo solamente voy a poner el acontecimiento. Lo pongo de forma estratégica, construyo las escenas y ya el espectador se asoma y mira. Es un poema. Hay una voz y se focaliza, desde una óptica y de otra. Evidentemente la historia no está focalizada desde el Ministerio del Interior; y está focalizada, más que desde el personaje, desde la perplejidad y el dolor.
–Una vez escrita, pretende llevarla a las tablas, ¿no?
–Bueno, yo solo soy el autor y doy el pistoletazo de salida, pero sí estoy dispuesto a colaborar y a implicarme en cualquier proyecto que surja. Lo ideal en una obra de estas características es que se publicara y se hiciese ahí en Melilla. De todas manera, estoy pensando en todos los Pisly y Emin del mundo, porque desgraciadamente hay muchos, y para que de todo esto se haga una lectura transversal.
Pero lo ideal es que se hiciera en Melilla porque de pronto cobra otro significado con mucha más fuerza, hacer una lectura dramatizada, hacer una edición para que esto sirva para que pensemos en lo que tenemos alrededor y que estas cosas no vuelvan a ocurrir. Pero cuando escribes un texto la idea es que tenga un recorrido que llegue a los escenarios.
–¿Cree que esta obra puede ayudar a que llegue a otros sitios?
–Sin lugar a dudas, si esto se representa, se publica, la historia llega a todos sitios. Cuanto más se abra el abanico mejor. Pero no solo por la historia de estos dos chicos, sino por por las cosas que nos producen tanto dolor, tanta soledad y tanta incertidumbre. No nos puede volver a pasar, debemos tener todos un espíritu más compasivo.
Entonces, cuando nos pongamos frente a una historia de estas tendremos que es sentir mucha rabia, mucho dolor y mucha compasión. Mucha rabia por lo que ha ocurrido y por el silencio; mucha compasión por los padres de estas criaturas; y mucho dolor porque en definitiva esto también nos pasa a nosotros. Nosotros crecemos en este mundo donde ocurren este tipo de cosas. Eso nos tiene que producir dolor, y al que le produzca vergüenza que apechugue con sus vergüenzas.