La organización en Melilla atiende a nueve personas que están desarrollando la primera fase de la terapia: la acogida.
La delegación de la ONG Proyecto Hombre de Melilla se reunió ayer con el Colegio de Abogados y con un grupo de mandos militares con el objetivo de presentarse ante estos colectivos y acercar los servicios y realidad de su labor.
La Asociación San Vicente de Paul es la entidad que dirige este las actividades de la organización en Melilla. Su presidenta, María del Carmen Chaparro, explicó el reconocimiento y prestigio que a nivel nacional tiene Proyecto Hombre, “sobre todo por el número de personas a las que ayudan y consiguen salir de esa maldita lacra que azota la sociedad, como es la droga”, afirmó.
El programa de esta entidad cuenta con tres fases diferenciadas a las que se someten las personas drogodependientes. En Melilla sólo se cuenta con la primera, la fase de acogida, es decir, todas las personas afectadas por su adicción a las drogas pueden acercarse a la entidad y solicitar la ayuda de los profesionales de Proyecto Hombre, cuya sede se encuentra en el Cargadero del Mineral.
En esta parte del programa, la delegación melillense cuenta con cuatro personas altamente cualificadas para ayudar a emprender el camino que definitivamente borre las drogas de su vida. Actualmente, se atiende a nueve personas en diferentes turnos, ya que algunas trabajan y acuden a las terapias en horario de tarde. También acuden las familias para hacer un seguimiento real de la situación.
La segunda fase es la convivencia y la tercera, su insercción social, que se desarrolla en Málaga. En este sentido, la organización llegó a un acuerdo especial con Trasmediterránea a través del cual tienen un descuento del 50 por ciento en un cupo máximo de ocho billetes de barco para los usuarios de este programa.
“Es muy necesario el apoyo de la familia, porque se involucra en la recuperación de esta persona”, describrió Chaparro.
Entre las diferentes actividades que ha emprendido la organización están las charlas informativas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes o Melilla Acoge, y las entrevistas con el jefe de la Unidad de Salud Mental o el vicario de la ciudad.