La Unión Deportiva Melilla visita hoy al farolillo rojo del Grupo I de Segunda División B, el Celta de Vigo B. A tenor de este dato, el partido debería ser asequible para el conjunto que dirige Víctor Cea, pero hay muchos más detalles a tener en cuenta y que ponen en valor el potencial del equipo de Jacobo Montes. El cuadro celeste es un conjunto con mucha calidad, sobre todo en el tramo ofensivo, con un claro estilo de juego, pero se encuentra en transición y, por eso, le está costando arrancar.
En los tres partidos disputados ha sumado un punto, de ahí su posición de colista. Empezó con un empate y luego ha acumulado dos derrotas. Ha anotado dos goles a favor y ha encajado siete. Estos son sus datos en frío, pero luego están los matices.
En la primera jornada, ante el Internacional de Madrid, cuajó un buen encuentro en Boadilla, pero siempre fue a remolque. Rubén Ramos adelantó a los madrileños en el minuto 5 y Manu Apeh, el celtiña más peligroso arriba, replicó a los cinco minutos. Se volvió a adelantar el Inter, otro mazazo porque fue en el 43 cuando Rufino estableció el 2-1. Le tocó levantarse y los de Jacobo Montes lo lograron en el 71 con una diana de Dani Molina. Fue, dicen quienes les siguen, el mejor encuentro del Celta B hasta la fecha. Y es así porque los dos restantes han sido derrotas. En la jornada 3, a domicilio, perdió 3-0 con Las Rozas, que decidió el partido en el segundo tiempo. Y el domingo pasado, ya en el Municipal de Barreiro, sucumbió por 0-2 ante el Marino de Luanco, pero aquí sí hay muchas dobleces. El Celta B mereció mucho más por la propuesta desplegada y sus ocasiones, pero en el descuento pagó su falta de veteranía y llegaron los tantos decisivos de Iván Fernández (minuto 91) y Álex Arias (minuto 95). La lupa sobre el partido deja cuestiones a tener en cuenta para mañana. Manu Apeh dispuso de seis buenas oportunidades de gol, pero los palos o el meta Chechu las frustraron. Y el mediapunta Sergio Bermejo, jugando entre líneas, generó parte de ese peligro ofensivo. Habrá que seguirlo de cerca mañana. Hay más. Cuando se habla de equipo en transición es porque se ha cambiado el cuerpo técnico, ahora dirigido por Jacobo Montes, el curso pasado en el Coruxo. Y porque han dado el paso al filial a ocho futbolistas que el año pasado estaban en juveniles. Pero ojo, porque de calidad van sobrados. Lo demostraron en División de Honor y ya están dejando detalles. Uno de esos jugadores que viene empujando es Gabri Veiga, que aún es juvenil y aporta calidad en el centro del campo. O Moha, de solo 19 años y que debutaba el domingo ante el Marino.
No todo es bueno, evidentemente. Cuenta con buenos laterales, con recorrido, pero la zaga está pagando la falta de experiencia.