La Plaza de las Culturas se convirtió ayer en el primer escenario de los socialistas en la campaña de las elecciones municipales y europeas del 26 de mayo. Ahí, la secretaria general del PSOE de Melilla, Gloria Rojas, presentó formalmente su candidatura a la Presidencia de la Ciudad Autónoma.
La dirigente socialista afirmó que el 28 de abril los españoles escogieron el proyecto constitucionalista e inclusivo de Pedro Sánchez y dieron la espalda al Partido Popular y al proyecto de Pablo Casado “por llevar un discurso cargado de odio y pretender enfrentar a una mitad de España con la otra”.
Rojas afirmó que en Melilla se da la misma situación. “Nos encontramos una estrategia de choque de trenes que pretende enfrentar a una Melilla con la otra, en dos mitades; es una estrategia que ha dado muy buenos resultados al Partido Popular y a Coalición por Melilla”, declaró, tras lo que añadió que ha llegado el momento de pasar página a las declaraciones de odio y de apostar por un proyecto integrador”.
Así, la candidata socialista presenta su proyecto como la única alternativa al Partido Popular; ya que en su proyecto cabe todo el mundo independientemente de su cultura, su religión o sus raíces. Lo importante, señaló, es que todos crean en lo mismo: el futuro de Melilla.
Abrazar a la ultraderecha
Otra de las cosas que señaló Rojas es que el PP es conocedor de su pérdida de apoyos: “Están al final de un ciclo y saben que los melillenses les están dando largas después de casi 20 años de gobierno”.
Al parecer, tal situación, según la candidata socialista, ha provocado que la formación popular “abrace a la ultraderecha”. Es decir, el PP, tanto a nivel nacional como local, ante su batacazo electoral y la exitosa irrupción de Vox en la arena política, confiaría en esta formación para “mantener un gobierno en coalición”.
“Los populares están dispuestos a entregar el gobierno de la cuidad a la ultraderecha con tal de no perder el poder, como lo hicieron con el Partido Popular cuando era UPM”, afirmó la socialista. Por ello, señaló que “votar PP es votar a Vox” y que los populares actuarán al dictado de lo que le digan estos para mantenerse al frente de la ciudad.
De esta forma, Rojas quiso hacer un llamamiento a la ciudadanía, “a los que se avergüenzan de ver al PP abrazar a la ultraderecha, a los que están cansados de la utilización étnica t religiosa ya los que quieren que su voto cuente” para que voten a su formación en los comicios municipales y europeos.
La corrupción y Vox como límites a la hora de pactar
Ante la pregunta de si se da el mismo caso que en los comicios del 28 de abril a nivel local, Gloria Rojas inmediatamente contestó que el PSOE sale a ganar. “Nuestra intención es poder gobernar en solitario, pero estoy dispuesta a sentarme a hablar con todos los partidos”, aseguró.
Sin embargo reconoció, que tal negociación tiene unos límites. “El PSOE de Melilla va a poner un cordón sanitario a Voz, porque no le quiero dar carta de naturaleza a un partido que no respeta los principios básicos constitucionales”.
El otro límite del PSOE es una orden que viene directa desde la Ejecutiva Federal: “no puede gobernar con nadie que esté inmerso en ningún asunto judicial”. Rojas explicó que es una norma que impuso su partido y con la que todos estaban de acuerdo, por eso, se debe respetar.