La música es clave en Semana Santa. La banda de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío están ensayando intensamente estos días previos a la Semana Mayor. El responsable de la agrupación, Javier Jafi Amar, lleva 11 años al mando y explica a El Faro cómo funciona una banda de música de una cofradía y qué novedades hay por el 10 aniversario de la cofradía.
–¿Cuándo empieza la banda a ensayar para las marchas de Semana Santa?
–Ensayamos todo el año aunque para diversas actividades, ya sea para la procesión de la Virgen del Carmen, el Corpus Cristi, Carnavales o Reyes. Sin embargo, intentamos que no todo sea trabajo, sino también diversión: hacemos excursiones a los Pinos o convivencias. Queremos que haya un ambiente de amigos, más que de componentes en el que se dividen personas mayores o menores.
–¿Y qué me puede decir de las composiciones de la Semana Santa?
–Todos los años ampliamos nuestro repertorio de Semana Santa. Acorde al nivel musical y al gusto de cada miembro, se proponen diversas marchas.
–¿Cuántas marchas suele haber?
–En estos momentos tenemos en nuestro repertorio 35 y hemos incluido tres este año. Tenemos una composición propia, que va dedicada a Nuestro Padre Jesús Cautivo. Nos la compuso Salvador Querol, de Málaga.
–¿Qué miembro de la agrupación musical es el más joven?
–El más pequeño es mi hijo que tiene cinco años y el mayor tiene 44 años.
–¿Hay alguna edad mínima para entrar?
–No exactamente. Cuando vienen niños muy pequeños porque quieren formar parte de la banda les explicamos cómo va el tema de las procesiones porque son marchas muy largas. No pongo impedimento a un niño que quiera tocar un instrumento, pero doy previo aviso a los padres. Tienen que mirar los compromisos, por ejemplo, que ese nuevo miembro esté dos años mínimo para la adquisición del traje. En cuanto a los ensayos, hay que ser cuidadosos con los pequeños porque a veces ensayamos en la calle. Se lo decimos a los padres y algunos dicen que sí, pero a las semanas te dicen que el niño no puede porque “hace frío”. Son ‘tiras y aflojas’, pero nosotros damos un margen, no queremos ser tan estrictos. Hay que decir que este año hay muchos niños. Somos la agrupación musical de Melilla que más tiene.
–¿Qué horarios tienen? ¿Cuántas horas al día suelen echar?
–En fechas cercanas a Semana Santa, echamos unas dos o tres horas de lunes a domingo. Cuando estamos en temporada baja que es en septiembre y octubre, le dedicamos una hora tres días a la semana. Los fines de semana echamos dos horas.
–¿Cuántos miembros se necesitan para una profesión?
–Depende de la marcha en sí. Ahora somos 45 componentes, y yo empecé en la banda habiendo 22 personas. Incorporamos, no solo gente, sino más instrumentos. Estamos trabajando con lo que tenemos y queremos ampliarlo. Ahora estamos sentando las bases para un grupo en condiciones.
–¿Hace falta algún tipo de instrumento que aún no tengáis?
–De lo que necesitamos, está todo.
–¿Cuáles son?
–Tenemos trompetas, fliscornos, trombones, bombardinos, tubas y cornetas. Por otro lado, están las cajas, los tambores, bombos y los platillos.
–¿Hay algún límite de número si hubiesen muchas solicitudes para formar parte de la banda?
–El límite no lo vamos a poner nunca porque no vamos a estar al nivel de la península. Si el niño quiere formar parte de la agrupación, esta le encomienda un instrumento. No tienen que pagar nada. Le damos los medios para que pueda aprender.
–¿Esos niños que empiezan no tienen formación musical? ¿Se preparan desde la temporada baja?
–Algunos de los que hay ahora en la banda empezaron por septiembre y ya tocan como si llevasen cuatro o cinco años. Ha sido intenso, pero han aprendido lectura musical y a tocar el instrumento.
–¿Son cada vez más las personas que se sientan atraídas por tocar en una banda?
–Este año he visto a más gente interesada que en otros. También es cierto que he visto crecer a muchos niños y algunos se cansan. Hablo por mi agrupación, no conozco la situación de otras bandas.
–¿Alguna novedad que quiera destacar?
–Cumplimos 70 años y, por primera vez, la banda va a vestir un uniforme completo gracias a la cofradía y Consejería de Cultura. A veces hemos vestido uniforme pero siempre ha quedado pendiente el cinturón o la gorra. Este año las costureras de Lal La Buya, que son formidables, han hecho el uniforme. He estado luchando 11 años para que los integrantes de la banda tengan un traje y no vistan túnica y capa.