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Pasó de ser un equipo ramplón y empequeñecido en el primer tiempo a un conjunto con personalidad y carácter en el segundo. Uribe tiene mimbres para pelear por algo más que el empate en cada partido
Visitar la cancha del líder y no salir derrotado tiene mérito. Vaya eso por delante. Pero lo preocupante es que las jornadas siguen pasando y el equipo sigue desde hace muchas situado detrás del humilde Villanovense y sin terminar de asaltar en la clasificación una cuarta plaza que parece maldita. Esta semana pasa a ser del Mérida tras su triunfo en la Nueva Victoria ante el Real Jaén.
Solo la falta de acierto del San Fernando en la definición y la gran actuación del meta Dani Barrio evitó que ahora se estuviera escribiendo o hablando del sexto empate consecutivo en un tramo decisivo de la competición en el que parece que a todos les tiemblan las piernas menos al Mérida que viene lanzado desde atrás.
Al igual que en "El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde" la UD Melilla volvió a mostrar en el Municipal Cartagonova las dos versiones de la que ha hecho gala en muchas de sus comparecencias ligueras. El Cartagena pudo dejar sentenciado el choque en una primera mitad en la que superó en todas las facetas del juego a su adversario, al que dejó marchar vivo al descanso en parte también y de nuevo gracias a la actuación de su portero.
Tocaba al técnico tomar decisiones y en esta ocasión lo hizo antes que otras veces y acertando de pleno -al César lo que es del César-. Corrigió su errático planteamiento cambiando el dibujo inicial además de dar entrada a un jugador ofensivo en detrimento de uno de los componentes del trivote defensivo que suele poner en escena. El bueno de Cubillas sustituía al noble Diakité, y, buscando la reacción, en el mismo minuto David Agudo debutaba con la elástica azulina en sustitución de un desdibujado Kiu. Poco antes Pepe ya había pagado los platos rotos de la desastrosa primera mitad que completó el equipo por el que apostó el técnico asturiano, que también dejó en la caseta al malagueño Santi Luque.
La entrada de dos jugadores ofensivos dio otro aire al equipo. El Melilla adelantó líneas y consiguió revertir la situación para hacerse con las riendas del duelo ante un anfitrión venido a menos y al que la presión de jugar en casa le puede. De hecho, el Cartagena solo ha sumado seis puntos de los últimos 18 que ha disputado ante su afición. El equipo de Alberto Monteagudo ha dejado escapar doce puntos en sus seis últimas citas en el Cartagonova en las que solo ha ganado un partido, además de cosechar tres empates y dos derrotas ante Mérida y Córdoba B con el mismo resultado (1-2).
El equipo encadena una jornada más sin perder -y ya van doce- pero a pesar de ello sigue sin ocupar uno de los puestos que dan derecho a disputar las eliminatorias de ascenso. Una semana más el equipo sigue la estela de los de arriba y una jornada más por detrás del Villanovense y ahora también del Mérida, equipo se sigue sumando de tres en tres y que por primera vez en la temporada se alza hasta la zona noble de la clasificación. Y es que en una Liga de tres puntos los empates -y la UD Melilla ya suma trece- tienen un valor relativo.
Por lo demás, la jornada fue benevolente con la escuadra melillense. Ni Real Murcia ni Villanovense -ambos jugaban en casa- lograron pasar del empate. Mientras que el Marbella, próximo rival de los unionistas, perdió en casa frente al Lorca, que vuelve a liderar el campeonato.
Por abajo la cosa está que arde. Entre La Roda, último clasificado, y el San Fernando CD, undécimo en la tabla solo hay seis puntos de diferencia; por lo que nos espera un final de curso no apto para cardiacos.