“Mi ciudad me enseñó que los melillenses nunca desisten. Son perseverantes y constantes. El ejemplo lo tengo en casa. Mis padres no se rindieron ante las adversidades. Vengo de una familia humilde, pero no nos faltó nada en casa. Nos criaron con mucho amor. Y es que los melillenses tenemos corazón, coraje y valentía”. Así lo aseguró ayer el deportista Yusef Abdeselam Kaddur tras recoger la Medalla de Oro de la ciudad.
Afirmó que este galardón es el que “más feliz” de la hace de todos los recogidos por el mundo y “el más emotivo” por ser de su ciudad.
Este deportista reconoció que no ha sido nada fácil iniciar su andadura en el mundo del deporte porque tuvo que dejar a su familia, a sus amigos y su ciudad.
Era militar y tenía su plaza, pero hace poco ha tenido que renunciar a ella porque se acababa su excedencia y le obligaban a volver al Ejército. Sin embargo, ha apostado por el deporte.
Abdeselam Kaddur recordó cuando se marchó a Brasil con una sola maleta cargada de kimonos y ropa de entrenar para poder luchar por su sueño.
Luchar por la felicidad
“Salí de la zona de confort. Vendí mi coche y otras cosas para irme a Brasil, donde no conocía a nadie, pero donde podía ser el mejor. Toda persona debe salir de la zona de confort y afrontar los retos. Tiene que luchar por su felicidad y sus sueños, pues es lo más importante en esta vida”, aseveró.
Para este deportista, Melilla también le ha enseñado disciplina y es un ejemplo de una ciudad que se levantó en paz y que es ejemplo de convivencia entre culturas.
“Melilla es una ciudad en el norte de África forjada por un pueblo valiente, que sirvió con honor y dio la vida por su patria”, remarcó.
Abdeselam Kaddur aseveró que cuando tenía momentos malos recordaba una frase del boxeador Mohamed Ali en la que hace referencia a que “imposible es sólo una palabra que permite a los hombres vivir con fácilmente”. Afirmó que también decía que no era un hecho sino una opción. Por ello, indicó que él nunca ha dado nada por imposible, como cuando le decían que se había equivocado al nacer en otro país donde las disciplinas en las que es campeón mundial no son una referencia. Indicó que siempre ha sido perseverante y no desistió.
También comentó que siempre ha sentido el aliento de Melilla en esos momentos de soledad, que son muchos, para un deportista de élite. Afirmó que los melillenses le han acompañado a través de las redes sociales y le han apoyado en todas las luchas.
La familia y Melilla
Dio las gracias a su familia y a Dios. Abdeselam Kaddur aseguró que sin sus padres no hubiera conseguido ningún premio ni medalla. Y también tuvo unas palabras de agradecimiento al Ejército que hoy ofrecerá una exhibición por el Día de Melilla.
Para finalizar su discurso, este joven deportista de grappling, disciplina de la que es campeón mundial, y jiu-jitsu aseveró que estaba muy orgulloso de ser melillense. Es más, dijo en que no hay nada más bonito que le pregunten qué bandera porta cuando sube a un podium y que él responda que es la de su ciudad, la de Melilla.