Alberto Chicote, el famoso chef televisivo, calificaba al propietario de la tetería Nazarí de Melilla como “el jefe más peculiar” con el que le había tocado grabar. Así se refirió a Mohamed, quien ha podido comprobar de primera mano qué hay de real en las ‘pesadillas en la cocina’. “La gente se cree que todo lo que sale es mentira, pero no hay nada de ficción ni ningún guión”, corrobora el propietario.
Este melillense y su equipo fueron los protagonistas del programa que se emitió en la noche del miércoles en La Sexta, que fue grabado hace más de un año en nuestra ciudad. “La verdad es que me encerré en mi habitación para verlo y me emocioné mucho porque no dejaba de recibir mensajes de apoyo en el teléfono, de gente de Melilla y de fuera”, cuenta Mohamed.
Después del paso de Chicote por su negocio, el propietario de la tetería asegura que sólo tiene “palabras buenas” para el programa y el cocinero. “He vivido una experiencia muy bonita y he aprendido muchas cosas, tengo mucho que agradecerles”, sostiene Mohamed. Viendo el programa pudo revivir la semana de grabación. “Fueron unos días muy intensos”, asegura, aunque no dejó de sentir el calor de Chicote y su equipo.
Según apunta Mohamed, tanto él como el resto de los trabajadores se olvidaron muy rápido de las cámaras. “Es tanta la carga de trabajo y son tantos los nervios por hacer las cosas bien, porque sabes que estás ante un profesional, que no podía pensar en nada más”, rememora el dueño de la tetería. “Nunca sabía por dónde me podía salir Chicote y eso me mantenía en tensión total”, dice ahora.
Miedo a ‘encerronas’
Para Mohamed, esta aventura comenzó por causalidad. Según afirma, fue el programa quien se puso en contacto con él porque buscaban hacer un episodio con un negocio de las características de la tetería Nazarí. “La verdad es que hay que ser valiente para aceptar porque uno nunca sabe cómo puede salir todo, pero acerté al decir que sí”, comenta ahora que ha superado su ‘pesadilla’.
El propietario asegura que el momento más duro del programa lo vivió antes de que comenzara incluso la grabación. “Yo tenía mucho miedo de que, por guión o lo que fuera, me quisieran ensuciar la cocina, me metieran cucarachas o algo así”, declara. “Ten en cuenta que yo les di las llaves del local, con total confianza, y no sabía si tenían preparada alguna encerrona así”, comparte.
Críticas con fundamento
Afortunadamente, no ocurrió nada de eso. Todo lo contrario. “Cuando empezamos a grabar me di cuenta de que Chicote critica lo que ve, porque de la cocina, por ejemplo, no dijo nada malo porque estaba impecable, y de las pastas y tartas sólo comentó cosas positivas”, destaca Mohamed. Aunque el propietario de la tetería no olvida que el chef se refiriese a sus crepes como “platos de piso de estudiante”. “Tiene razón en que no es cocina profesional, pero a la gente le gusta”, replica.
Precisamente, una de las cosas que más agradece de haber participado en el programa es la carta que le dejó Chicote como propuesta. “Me enseñó las recetas y me dejó varios libros para ayudarme”, expone. No obstante, Mohamed ha optado por mantener la carta que tenía inicialmente y se reserva los platos del chef televisivo para un nuevo proyecto que tiene en mente.
“La idea es abrir otro restaurante donde pueda ofrecer todo lo que he aprendido con Chicote en la cocina”, adelanta. Como resalta, si esta iniciativa sale adelante será gracias al programa. “Yo he viajado mucho por el mundo y he tenido mucho contacto con la hostelería, pero es verdad que no soy cocinero profesional. Y Alberto me ha dado consejos muy buenos”, subraya Mohamed.
El propietario de la tetería Nazarí tampoco ha mantenido la decoración con la que le sorprendió el programa al reformar la terraza. “La mantuve un tiempo pero a mí me gusta mucho ir haciendo cambios y la verdad que los clientes me decían que le gustaba más como lo tenía antes, que representaba mejor la esencia del local”, señala.
Para Mohamed, un enamorado de nuestra ciudad, ‘Pesadilla en la cocina’ no sólo le ha servido para crecer en lo personal y en lo profesional. Según apunta, se siente muy orgulloso de haber ayudado a que se emita en la televisión “la otra cara de Melilla”. Esa que va más allá de las malas noticias, recalca el propietario.
