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Desde hace casi un año, la Ciudad, la Confederación de Empresarios y los sindicatos con más representación (CCOO y UGT) venían negociando medidas y reformas para impulsar el desarrollo económico de Melilla
Finalmente, ayer se plasmaron negro sobre blanco esas iniciativas en un solemne acto en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea.
La senadora Sofía Acedo, muy activa en estas negociaciones a tres bandas, calificó de “histórico” ese pacto por el futuro de nuestra ciudad. El acuerdo, que fue firmado por el presidente Imbroda, el consejero de Economía, dirigentes de UGT y CCOO y el vicepresidente de la CEME, incluye una serie de aspectos de notable interés.
El documento, al que ha tenido acceso El Faro, tiene como primer punto el estudio de la entrada de Melilla en la Unión Aduanera. El diálogo con Ceuta será básico para averiguar las ventajas y los inconvenientes de entrar en el Territorio Aduanero Común.
Las medidas fiscales son otra de las claves del acuerdo para el desarrollo económico. Se analizarán asuntos como la indemnización por residencia o la modificación del Impuesto de Sociedades, entre otras medidas.
La frontera, cómo no, es otro eje fundamental, pues ha de conseguirse que funcione con seguridad y fluidez.
Una de las subcomisiones a crear analizará los distintos regímenes de ayuda a empresas ejecutados por Proyecto Melilla, con el fin de buscar mejoras que estimulen la creación de empresas y puestos de trabajo.
La inversión pública (la ampliación del puerto, el nuevo hospital o la construcción de nuevos centros educativos) también son materias incluidas en el acuerdo. Al igual que el transporte, con la meta de recuperar los vuelos con Sevilla, Granada y Almería y elevar la bonificación de los vuelos al 75%.
Las políticas activas de empleo y de formación son asimismo otros aspectos esenciales del pacto firmado ayer. Como también lo será trabajar por una reforma del sistema de financiación autonómica que mejore las condiciones de Melilla en este sentido.
La firma de este acuerdo por el desarrollo económico de la ciudad es una apuesta de futuro en la que debemos confiar. Sentarse a la mesa a dialogar es la única forma de que Melilla experimente el impulso que necesita.