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El diseñador celebró los 15 años de su marca con creaciones del proyecto social con mujeres de Melilla
El diseñador Ion Fiz celebró anoche el 15 aniversario de su marca con un desfile en el Museo Guggenheim de Bilbao, con los diseños con más “teatralidad, glamur, fantasía” de sus colecciones ‘Eccentrica’ (otoño-invierno 2017-2018) y ‘Doha’, el fruto de un proyecto social Lal La Buya con mujeres de Melilla.
Con este evento en Bilbao, Fiz (Éibar, Guipúzcoa, 1976) quiso “transmitir la pasión por la moda” que él ha mamado desde pequeño por su abuela materna y pretende “desuniformar lo que establecen las grandes cadenas” con un desfile de alta costura.
Para el desfile de anoche, el diseñador aunó sus dos colecciones de este año, la parte más “extravagante” de ellas, acompañadas del sonido de un piano tocado por Susana Gómez y de la modelo que abrió y cerró el desfile, Helen Lindes.
En esta sintonía entre el mundo del arte y la moda, Ion Fiz aseguró sentirse contento, porque “nunca se ha relacionado la moda con el arte” y considera “maravilloso que por fin” se haga, informa Efe.
Fiz aprovechó su comparecencia ante los medios para dar una visión global de lo que ha sido su trayectoria hasta hoy, que podría resumirse en lugares: de Bilbao, donde abrió su primer atelier, a Barcelona, Madrid, París o Kioto. Sin embargo, ha hecho hincapié en que su taller sigue en Bilbao, que ha sentido siempre como su hogar.
La crisis afectó también a la moda y el diseñador se vio obligado a cerrar las dos tiendas que tenía abiertas, la de Bilbao y la de Madrid, porque “el número de ventas no daba”.
Fue entonces cuando decidió probar con el mundo de los complementos y, aunque asegura que le gustaría “investigar” el perfume, lo que más destaca de esta etapa son el diseño de las gafas o de los trajes de las muñecas Nancy.
Quince años de marca
Ion Fiz no ha parado de mover su taller de un lado a otro en estos 15 años de marca, porque asegura que “la moda es un sector en continuo movimiento” y se fue a Barcelona a trabajar junto a Pertegaz.
En medio del ir y venir en el mercado internacional, Fiz encontró un nuevo camino que asegura haberle gustado y con el que pretende seguir: el diseño de uniformes.
Respecto a la moda actual de España, Fiz es positivo. Ha dicho que la imagen internacional de la moda española es buena, pero que necesita un “empujoncito” para distribuir y exportar la moda y superar a Estados Unidos, “el potente actual”.
Ha dicho que las grandes cadenas tienen también un papel importante en el objetivo de subir la moda española a niveles internacionales superiores porque "dan visibilidad en el exterior".
Asegura así que los clientes ahora se interesan por el “consumo responsable” y que cada vez hay más “educación” respecto a la moda.
En el futuro, le gustaría abrir una escuela de moda, en Euskadi, para enseñar a los futuros diseñadores lo que él ha aprendido durante toda su trayectoria,