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El ariete melillense ha sido el máximo artillero de la escuadra azulina en la temporada que acaba de finalizar
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Compatibiliza la práctica del fútbol con sus labores técnicas en la cantera
La Unión Deportiva Melilla sigue avanzando en la confección de su plantilla para la temporada 2017/18, y en la mañana de ayer confirmaba la continuidad de uno de los pilares del proyecto pasado: la del delantero melillense Ignacio Aznar Torrente, máximo realizador del equipo la campaña pasada y uno de los más implicados en el proyecto.
El jugador azulino, que anotó nueve goles en los 2.706 minutos que disputó el curso pasado, encarna gran parte de los valores que quiere promover esta nueva junta directiva: melillismo, ilusión, ambición y profesionalidad. Capitán de esta escuadra desde hace varias temporadas, el internacional sub-19 con España ha seguido compatibilizando la práctica del fútbol con su papel como entrenador en las categorías inferiores del club. Se desvive con grandes y pequeños, algo que no pasa inadvertido en las oficinas del conjunto de la Explanada de Camellos.
Cada asunto que emprende Nacho Aznar lo hace con gran pasión, más aún en todo lo relativo al club de sus amores, con el que debutó por primera vez con 18 años tras llegar cedido en 2002 por el Atlético de Madrid, escuadra donde se formó deportivamente. Después de una larga y exitosa trayectoria en diferentes equipos de la división de bronce (Mérida, Castellón, Universidad de Las Palmas, Toledo, Linares, Fuenlabrada y Leganés), el punta retornó a casa para ser uno de los estandartes del equipo.
Cada año la U.D. Melilla ficha efectivos en su puesto, le eleva la competencia, pero Nacho sigue demostrando con su fútbol inteligente, asociativo y de eterna implicación defensiva que es un jugador único. Siempre se acaba ganando su hueco. La pasada temporada acabó alternando los puestos de banda y de nueve, alcanzando su segunda mejor cifra goleadora como unionista y siendo un fijo tanto en las alineaciones de Josu Uribe como en las de Juan Moya.