El Ministerio de Sanidad lanza una campaña sobre el comportamiento adecuado en las playas y las piscinas.
El agua se lleva cada año más de 400 bañistas que por accidente o imprudencia acaban convirtiendo sus vacaciones en una tragedia. En 2014, según el Ministerio de Sanidad, un total de 465 personas murieron ahogadas en piscinas, playas, ríos, embalses y otras zonas de baño. En Melilla, los primeros seis meses del año se cerraron con un fallecido, un hombre de 51 años que fue hallado en la playa de Los Cárabos.
El ahogamiento es una muerte que se produce en silencio. Jonatan García, socorrista de la playa Los Cárabos, explica que ocurre aproximadamente en cinco minutos, por lo que es primordial la prevención. “Es importante que los bañistas respeten nuestras indicaciones y el color de la bandera”, dice. En Melilla, cuando hay temporal de levante, a veces los usuarios subestiman la fuerza del mar”, señala.
La primera fase, en la que el ahogado intenta sacar la nariz o la boca para respirar, dura aproximadamente un minuto. Si no lo consigue, aspira agua y tras otro medio minuto pierde el conocimiento. “Después de cinco minutos los daños son irreversibles”, explica García.
En casos de emergencia, el socorrista recomienda que se intente mantener la calma en la medida de los posible. “Nadar contra la corriente es inútil, uno debe nadar de espaldas y esperar hasta que los servicios de salvamento inicien el rescate”, afirma.
Consejos
García insiste en la importancia de acudir a playas que cuenten con vigilancia y evitar zonas donde está prohibido el baño. “Saber nadar no significa estar exento de peligro”, advierte. El Ministerio de Sanidad también lanza una serie de recomendaciones para educar a los ciudadanos y para que éstos extremen las precauciones. En la web que el Ministerio dedicada a fomentar estilos de vida saludables el usuario puede encontrar una larga lista de consejos: ‘Báñese siempre acompañado, sobre todo si es una persona mayor o padece algún problema de salud’ o ‘Tirarse de cabeza desde una gran altura, en lugares de poca profundidad o sin conocer si existe algún obstáculo en el fondo puede producir lesiones muy graves’ son algunas de las advertencias que emite el Ministerio.
De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2014 de las 465 personas que fallecieron por ahogamiento y lesiones en el medio acuático 365 eran hombres y las 100 restantes mujeres.
Causa de la muerte
La principal causa de fallecimiento en el medio acuático son los ahogamientos por sumersión accidental, de los que en 2014 se dieron 434 casos, 12 más que el año anterior, según Sanidad. De los 31 casos restantes hasta los 465 fallecidos, 22 corresponden a accidentes ocurridos en medios de transporte por agua (embarcaciones o motos acuáticas, entre otros), otros 3 fallecieron por traumatismo causado por zambullida y de los 6 restantes ahogados no se conocen las causas.
En cuanto al sexo, de los 434 ahogados por sumersión accidental, 335 eran hombres y 99 mujeres. Respecto a la edad, más del 40% de los fallecidos por ahogamiento accidental (184 personas, 127 hombres y 57 mujeres) tenían 65 años o más. Además, 29 de los fallecidos (23 chicos y 6 chicas) eran niños o jóvenes menores de 20 años. Los 221 restantes tendrían entre 20 y 64 años.
En relación al lugar, las lesiones por ahogamiento de menores ocurren con más frecuencia en piscinas, mientras que los adultos se ahogan con mayor frecuencia en aguas naturales durante el baño, la pesca o al practicar algún deporte náutico.
De los 434 fallecimientos por sumersión accidental, 36 personas murieron en una piscina, de las que 10 eran niños menores de 10 años. En aguas naturales (playas, ríos, pantanos, etc.) fallecieron 164 personas, 24 más que en el año anterior. De ellas, más del 40% (62) tenía 65 años o más. En 234 casos no se ha registrado dónde ocurrió el accidente.
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