Que los propios musulmanes se impliquen más en la lucha contra el terrorismo condenándolo públicamente. Ésta fue la reclamación efectuada ayer por el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, en una entrevista concedida a Radio Nacional de España.
A su juicio, el hecho de que instituciones y personalidades españolas o internacionales se pronuncien contra el yihadismo tiene un alcance limitado, ya que el mensaje no llega a todos los estratos de la sociedad musulmana.
En cambio, opinó Imbroda, si determinados colectivos o entidades se pronunciaran más a menudo, este mensaje podría obtener más resultado. “Algunos deberían mojarse más y condenar el yihadismo constantemente”, pidió.
En este sentido, apuntó que, de igual modo que son los propios musulmanes los más afectados por el terrorismo, son “los primeros que tienen que combatirlo”.
Imbroda quiso dejar claro que el Islam es una religión de paz, al margen de que haya pasajes que puedan ser interpretados de una manera nociva. “El terrorismo es cuestión de unos locos y de otros que ganan dinero y viven muy bien, pero la inmensísima mayoría de los musulmanes no son así”, recalcó el presidente.
Respecto a si en Melilla se corre más peligro que en otros lugares, Imbroda aseguró que “quizá incluso menos”. “Hay peligro en cualquier parte del mundo, y aquí necesitamos una atención especial, pero no hay más riesgo”, aseguró. No obstante, apuntó a que por la proximidad con Marruecos y Argelia nunca se puede descartar que “a algún loco le dé por montar alguna célula”.Relaciones con Marruecos
Imbroda aseguró que las relaciones con Marruecos son “excelentes” . “Excelentes, pero en funciones”, matizó, y señaló la necesidad de que haya “estabilidad” en el Gobierno español de cara al vínculo con el país vecino, del que dijo que cada vez está cobrando un mayor papel como si fuera realmente un país del sur de Europa.
El presidente de Melilla indicó que la relación con Marruecos debe ser de “lealtad”. “Firmeza con los intereses de España, pero con la mano tendida para comprender los suyos”. Señaló también que hay que “apoyar su estabilidad política”. En este sentido consideró que Marruecos está “dando una lección” a otras naciones de su entorno.