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Bienestar Social dice que algunas se reparan y a los pocos días menores u otras personas las estropean
Afirma que sacará un contrato de mantenimiento e instalará un sistema que sea más difícil de manipular
Las cámaras de seguridad del centro de acogida de La Purísima no están funcionando. Así lo aseguraron fuentes de esta institución a El Faro. Subrayaron que llevan meses en esta situación y que no se termina de solucionar este problema. Por su parte, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró ayer a este periódico que es cierto que hay algunas cámaras que no están recogiendo imágenes, pero afirmó que hay otras que sí están grabando. En este sentido, reconoció que cuando se reparan algunas de ellas a los pocos días dejan de funcionar porque hay menores u otras personas que las están manipulando. Afirmó que desde la Consejería están trabajando para solucionar este problema del centro.
Fue el pasado jueves cuando se registró una pelea entre varios grupos de menores acogidos en La Purísima. Fuentes del centro afirmaron a El Faro que faltan más medidas de seguridad en estas instalaciones, como las cámaras de seguridad. Temen que un día ocurra alguna trifulca más grave y no esté recogido a través del sistema de grabación.
Faltan más vigilantes
También indicaron que, como no hay vigilantes suficientes para estar a todas horas en diferentes lugares del centro, las cámaras podrían avisar de que se está produciendo un incidente.
En este sentido, estas mismas fuentes de La Purísima explicaron que es muy complicado que los vigilantes de seguridad controlen que no entran menores por otras zonas que no sean los accesos habituales a dicha instalación.
En relación a este tema, aseguraron que las cámaras podrían recoger esas situaciones conflictivas que se producen en el centro en algunas ocasiones y que luego los propios menores no quieren denunciar ni en la Policía ni en los juzgados.
Nuevo contrato
Por otro lado, el consejero de Bienestar Social confirmó que se está trabajando en la actualidad para sacar a concurso un contrato de mantenimiento de las cámaras de seguridad que también incluya la reparación de estos equipos. Aunque apuntó que desconoce si Seguridad Ciudadana sacará a licitación un contrato para la vigilancia de este y otros centros o habrá un pliego sólo para La Purísima.
Pero no queda ahí. El objetivo de Bienestar Social es que se instale un sistema que sea más complicado de mover y, por lo tanto, que no permita ser manipulado.
Asimismo, Ventura subrayó que, con independencia de las cámaras, son los trabajadores de La Purísima los que deben denunciar si ven alguna situación violenta o a alguna persona realizando alguna actividad ilícita en el centro. De esta forma, aseveró que es tan culpable quien comete un delito como quien no lo denuncia y se calla.
Una libreta de actuaciones
Otra de las iniciativas que ha emprendido la Consejería para mejorar la seguridad en el centro es concretar, a través de reuniones con la Policía Local y la empresa de los vigilantes, cómo debe ser la actuación ante determinadas situaciones en La Purísima. Ya hay redactado un protocolo, que se ha consensuado con todos los agentes que actúan en el centro, para que los vigilantes de seguridad sepan cómo actuar si ven que hay una pelea o si observan a un menor escalar un muro.
El siguiente paso es recoger estas normas en una libreta para que este personal que ayuda en la seguridad de menores y trabajadores pueda realizar su labor de la mejor forma posible.
Sin embargo, Ventura aseguró que el principal problema que tiene La Purísima es que hay más menores de los que debe haber por las dimensiones de las instalaciones.
Los menores implicados en la pelea del jueves, al módulo de acogida
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró ayer que la pelea que hubo el jueves entre dos grupos de menores en La Purísima está en manos de la Fiscalía y el juez de Menores. Explicó que, aunque intervinieron varios jóvenes, fueron dos los más implicados en la reyerta. La Consejería está a la espera de que la Justicia determine si hay algún tipo de sanción para estos dos chicos. No obstante, ya se ha tomado una decisión en el centro: se les ha enviado al módulo de acogida. Ventura explicó que estos dos chicos que se pelearon estaban en módulos “más cómodos” porque hay menos menores. Sin embargo, tras la reyerta se les ha cambiado de zona y ahora estarán en las instalaciones de primera acogida.
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