Diez años de trabajos e investigaciones en el mundo de la Zoología marina, en concreto sobre la especie autóctona del norte de África y de Melilla, patella ferruginea, cristalizaron ayer en el libro ‘Patella ferruginea: Patrimonio del litoral melillense’, que fue presentado en la sala de grados del Campus de Melilla de la Universidad de Granada (UGR).
Los responsables de este volumen, Juan Antonio González, Pedro Paredes, Carmen Enrique Morales, Paola Calzado e Isidoro Bueno, explicaron que actualmente, este molusco invertebrado con mayor grado de protección de todo el Mediterráneo, que ha conseguido incluso que el Ministerio de Medio Ambiente realice una estrategia de protección específica para esta especie, que está al nivel de protección del águila imperial y del oso pardo de Asturias y por encima del lince ibérico.
Asimismo, González, que es profesor titular UGR departamento zoología en Melilla explicó que el libro presentado ayer “resume diez años de trabajo” y que han decidido elaborar el volumen de una manera divulgativa para intentar que el público en general pueda descubrir la existencia y la importancia de esta lapa tan característica de nuestra ciudad.
“Muchos de los resultados de estas investigaciones ya los hemos expuesto en los simposios de biología, como el de Barcelona”, sentenció González, que señaló que han querido “compilar esas divulgaciones en un libro asequible para el gran público”.
Por otra parte Paredes explicó que el libro consta de diferentes partes, entre las que se encuentra una de biología, en la que se exponen varios temas que calificó de “novedosos”. En cuanto a la parte ecológica, trata sobre los factores que influyen a a la especie, mientras que la última se centra en la conservación, haciendo hincapié en la parte legislativa.
Hábitat
Sobre el hábitat en la ciudad, González explicó que esta especie suele vivir en las rocas de las zonas costeras de la ciudad, por lo que el proyecto de ampliación del Puerto de la ciudad, al igual que todo lo que conlleve destruir el lugar en el que viven “es malo para las poblaciones”.
Asimismo, indicó que la escollera que se colocó en la playa de Horcas Coloradas “destruyó parte del hábitat de una población de alrededor de 1.000 ejemplares”, mientras que en Melilla hay una población estimada de 35.000 adultos de patella ferruginea.
Costas peninsulares
Por otra parte, con respecto a la reproducción de esta especie, Paredes indicó que tiene descendencia una vez al año. “Es una especie que le cuesta un poco la reproducción”, lo que la hace más vulnerable todavía.
Asimismo, sobre la posibilidad de que sean las lapas de esta parte del Mediterráneo las que están repoblando las costas de la península, otro de los autores del libro, Bueno, aseguró que duda mucho que esto sea así, puesto que las larvas de estas lapas tienen una vida estimada de tres días, insuficiente para atravesar el mar, aunque aseguró que no es una conjetura del todo descartable.