Las organizaciones musulmanas de Melilla recuerdan que su fe es incompatible con la violencia.
La comunidad musulmana de Melilla está consternada y preocupada. Atentados como el ocurrido el miércoles en París, además del dolor de un crimen perpetuado por radicales, dañan la imagen del Islam y de los fieles que profesan esa religión. Tanto la Comisión Islámica de Melilla (CIM) como la Asociación Musulmana de Melilla han mostrado a El Faro su total desacuerdo y su más enérgico rechazo a lo que califican como acto criminal y atentado terrorista. Ambas organizaciones explican que la violencia no casa con las creencias musulmanas. Asimismo, abogan por difindir los valores reales de esta fé, que fomenta el respeto, la armonía y la hermandad universal en la humanidad.
Dris Mohamed Amar, presidente de la Comisión Islámica de Melilla, mostró ayer a El Faro el completo rechazo de su organización y del mundo musulmán a los asesinatos de París. “Es una masacre con todos los calificativos” que “no se puede admitir”, afirmó Dris Mohamed. Además, señaló que desde su organización expresan una “condena rotunda y sin paliativos” al ataque terrorista.
Asimismo, el presidente de la CIM reiteró que siempre se han mostrado “en contra de todos los actos terroristas y xenófobos”.
En la misma línea se pronunció Abderramán Banyaya, presidente del la Asociación Musulmana de Melilla, que calificó lo ocurrido de “acto criminal y asesinato totalmente irracional” que “no tiene encaje ninguno en el Islam ni en el resto de religiones”.
Además, Benyaya aseguró que es necesario pedir a toda la comunidad musulmana que “tome medidas para desvincular” de la religión musualmana “a estos salvajes que utilizan la violencia en el nombre de la religión”. Por otro lado, también sostiene que hacer uso del “racionalismo” es “lo único que hace avanzar al Islam” y no “el odio y los extremos”.
Distintos principios
Ambas organizaciones musulmanas señalan que el atentado contra la revista francesa Charlie Hedbo es obra de unos fanáticos que no son mayoría y que no representan a ninguna religión ni a los principios que promueven. “No puede ser musulmán quien actúa de esa manera” señala Benyaya, que también considera que los actos violentos son no son la tónica general dentro del mundo musulmán, que “aboga por el respeto” entre distintas creencias religiosas.
Dris Mohamed, por su parte, afirma que estos actos fueron perpetrados por individuos que “no tienen nada que ver con el Islam ni con el Corán” y afirma que no están amparados por la religión musulmana, que no permite “que una persona actúe a sangre fría y mate a un ser vivo”. Asimismo, considera que el hecho de que los asesinos de París gritasen consignas islámicas no los engloba dentro de esta religión.
Según el presidente de la CIM, es contradictorio atribuir actos terroristas de este tipo a la religión musulmana, puesto que es una creencia que “tiene respeto por los seres vivos”. Además, cree necesario llevar a cabo “actividades de carácter universal del Islam”, que promuevan la “hermandad en la humanidad”, ya que afirma que “por encima de todos está la comunidad humana”.
Desde la CIM también consideran que “basta con hacer un repaso a los países islámicos” para observar que las valoraciones ante lo ocurrido son de contundente rechazo a la violencia.
Por su lado, Benyaya lamenta que existan ciertos países “instigadores” que protejan a los terroristas por “cuestiones económicas”.
Además, asegura que “como musulmán” no haría nunca una caricatura de Mahoma como la del semanario francés, pero opina que “la religión está basada en la creencia y ninguna está por encima de otra”. Apunta que, “por encima de todo está la libertad de expresión”.
Imagen difuminada
Ambas asociaciones coinciden en que este tipo de actos difuminan la imagen de la religión islámica. Dris Mohamed cree que “muchas veces se sacan de contexto estos actos” y esto puede “inducir a equívoco” a la gente. “Los medios difunden la noticia en frío”y al ciudadano le llega el mensaje “tergiversado y difuminado” y no se para a pensar “hasta qué punto existe una relación” entre la violencia y el Islam. Asimismo cree que esto ocurre desde hace “décadas y generaciones”, lo cual está saturando a la opinión pública.
Benyaya culpa a la “guerra por el gas” de la violencia
Abderramán Benyaya, presidente de la Asociación Musulmana de Melilla, asegura que detrás de estos ataques hay una “guerra por el gas” y no una cuestión religiosa.
El presidente de la organización opina que hay “potencias que alimentan” a los radicales que pretenden controlar los gaseoductos que pasarán por Iraq y Siria y que alimentarán a “potencias emergentes” como China e India.
Benyaya afirma que “los salvajes que están actuando en Siria a Iraq responden a una estrategia global por el gaseoducto persa y el árabe”. “Detrás de todo esto hay una estrategia para conseguir petróleo de forma ilícita”, concluye Benyaya.