El proyecto que el consejero de Fomento, Miguel Marín, expuso el pasado miércoles para la calle Carlos de Arellano ha generado dudas e inquietud entre vecinos y comerciantes de la zona.
Algunas cuestiones relacionadas con los aparcamientos y el tráfico rodado preocupan a los residentes. Así lo han manifestado éstos a El Faro, que el pasado domingo ya informó de la intranquilidad de estos ciudadanos debido a las diversas cuestiones que, en su opinión, han quedado sin respuesta. Hoy, una semana después de la presentación del proyecto, ya han iniciado una recogida de firmas para pedir una reunión con el consejero de Fomento.
Sorprende que una inversión de casi 770.000 euros para mejorar el aspecto, el equipamiento y en distribución de una calle provoque tanta inquietud entre los vecinos, que deberían ser los más agradecidos. Es evidente que algo no se está haciendo bien. Y probablemente sea que se ha actuado de un modo contrario a como se hizo con los vecinos de El Real. Éstos se organizaron, aportaron ideas para mejorar su barrio, estructuraron sus propuestas y se las presentaron al consejero de Fomento. La comunicación entre la Administración y los ciudadanos funcionó de manera fluida, se plantearon los problemas, se acordaron soluciones y se estableció un orden de ejecución de obras en función de la dificultad para llevarlas a cabo.
En esta ocasión, la iniciativa ha partido de la Consejería. El proyecto de la calle Carlos de Arellano pretende crear una gran avenida en la que se busca dar al peatón mayor protagonismo. Mejorará el aspecto de la zona y permitirá el disfrute y el paseo tranquilo de los ciudadanos, que podrán llegar andando hasta la Plaza de España sin casi tener que preocuparse por el tráfico rodado. Es, sin duda, un buen proyecto. Pero puede ser aún mejor si se da a los vecinos y comerciantes la oportunidad de hablar, si se responden sus dudas, si se escuchan sus sugerencias y se les hace partícipes de dicho proyecto.
Hace unos días, el propio consejero Miguel Marín alababa la iniciativa de los vecinos de El Real por utilizar las redes sociales de una manera constructiva para mejorar su barrio. Hoy los residentes y comerciantes de la calle Carlos de Arellano y zonas próximas también quieren hacer sus planteamientos. Es lógico que reclamen un encuentro con el titular de Fomento porque se propone un cambio ‘radical’ para su barrio y se generan algunas dudas, como habitualmente ocurre cada vez que se decide restringir la circulación en una zona para dar más protagonismo a los peatones. Surgen las preguntas entre los conductores, entre los comerciantes, entre los vecinos... que deben quedar resueltas antes de que una simple recogida de firmas pueda ir a más debido a una falta de comunicación fácilmente solucionable si se trata a tiempo.