La Guardia Civil de Melilla desplegó cinco patrullas en la noche de este martes en las inmediaciones de la valla, alertados por una aproximación de migrantes en un punto cercano al Río Nano.
El incidente se produjo en vísperas de la celebración del Día de la Hispanidad y coincidiendo con la visita a Melilla de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, que vino a la ciudad a arropar a los agentes que tienen a su cargo la vigilancia de la frontera Sur de Europa.
Desde el 24 de junio, cuando se produjo la tragedia en la valla de Barrio Chino, que dejó al menos 23 migrantes, sobre todo, sudaneses, muertos del lado marroquí, no se ha producido ningún otro salto al vallado fronterizo de Melilla.
Eso, unido a que la mayoría de los migrantes que pisan nuestra ciudad terminan pidiendo asilo, ha dejado el CETI a medio gas. A día de hoy solo hay 40 internos en un centro habilitado para acoger cerca de un millar. Gracias a la sentencia del Supremo que avala la libre circulación de los solicitantes de protección internacional, la inmigración económica está haciendo un uso abusivo de los canales habilitados para la protección internacional.
Y como viene siendo habitual, cada vez que el CETI se queda vacío, se aviva la presión fronteriza en la valla.
Tras la tragedia de Barrio Chino, que puso los ojos de Europa en la labor marroquí en la externalización de la vigilancia fronteriza, ha disminuido la presión migratoria, pero no podemos dar por hecho que es algo definitivo. La inmigración irregular no se frena con acuerdos bilaterales sino con más inversión en cooperación al desarrollo con los países emisores.
Y esa parece ser la vía aprobada recientemente con ayudas superiores al millón de euros para Senegal y Mauritania. Este dinero llega tras la visita que hizo en julio pasado a estos dos países emisores de emigrantes a Melilla, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
Es una buena idea no dejar todo el problema migratorio en manos de Marruecos y optar por repartir responsabilidades entre los gobiernos que siguen en pie en el avispero de África.
Melilla debe estar preparada para un nuevo salto a la valla y los agentes de la Guardia Civil deben tener presente el fallo del Tribunal Constitucional del 22 de diciembre de 2020 que si bien avaló la figura jurídica del rechazo en frontera, lo hizo con condiciones y estas son meridianamente claras: las devoluciones deben aplicarse a las entradas individualizadas, con pleno control judicial y respetando las obligaciones internacionales.
A qué esperan a desplegar en los 2-3 puntos débiles de la frontera a los camiones lechera lanzadores de agua a presión. No pasa ni uno y cierra el CETI. Río Nano, Mariguari y Barrio Chino.