La esposa de Aberchán, Zahra Karam, firmó certificados de pacientes que no vio. El juez instructor del caso del ‘voto por correo’ dedica un capítulo exclusivo a una línea de investigación relacionada con la supuesta trama. En las pesquisas sobre las irregularidades en las oficinas de Correos en la gestión del voto postal, algunos testigos declararon haber votado así a través de poderes notariales. Las personas que por su situación de salud no pueden acudir físicamente a las urnas el día de la votación o a las dependencias de Correos para solicitar el trámite correspondiente, encargan a una persona para que lo haga por ellas. Ello requiere la presencia de un notario y un certificado médico que acredite el estado de salud del paciente y su incapacidad para hacer él mismo todas esas gesiones, según se explica en el auto judicial.
El juez instructor observó que 64 personas habían votado bajo poder notarial y en 42 de los casos la firma del certificado médico correspondía a la doctora Zahra Karam, esposa de Mustafa Aberchán. En todos los certificados rezaba: “Padece patología que limita su actividad física”.
La imputación de Zahra Karam
En primer lugar, el juez refleja en el auto que ello no justifica que la persona no pueda ejercer personalmente su derecho al voto, pero la irregularidad no acaba ahí. En todos los casos en los que se pudo contactar con los pacientes o sus familiares, pues 24 no fueron localizados o han fallecido, aseguraron que la doctora Karam ni es su médico de cabecera habitual ni la conocían personalmente. Por este motivo, el juez imputa a la esposa de Aberchán un delito continuado de falsedad, por firmar certificados médicos de pacientes a los que nunca vio personalmente para certificar su estado de salud.
Por otra parte, tras la revisión de esos poderes notariales, el juez observó que varios militantes de CpM eran designados como apoderados, mientras que las personas que votaron bajo poder notarial o sus familiares declararon no conocerles. Hasta nueve testigos dijeron no conocer al apoderado que votó por ellos por correo. Entre los apoderados, el auto nombra a familiares de Aberchán y a su mano derecha, Abderrahim Sellam, además de otros militantes cepemistas.
El ‘premio’ de los apoderados
Otro hecho que subraya el instructor es que en las solicitudes del voto por correo con poder notarial se designaba el domicilio del apoderado y no del votante para que Correos remitiera allí los sobres marrones con la documentación electoral.
Por último, el juez deja constancia en el auto de que 29 personas que hicieron de apoderados consiguieron posteriormente un puesto de trabajo en los Planes de Empleo de la Delegación del Gobierno.
A lo largo de la investigación, el juez reitera en varias ocasiones que igual que se prometieron empleos a cambio del voto por correo, las promesas se extendieron a los militantes y ‘cabezas de barrio’ que colaboraron activamente en la captación de votantes.