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Reclaman que las trabajadoras sexuales sean reubicadas en una zona aislada y no residencial
Vecinos del Real se concentrarán a principios de año contra la prostitución en el barrio. Así lo ha indicado a este periódico el presidente de la asociación de vecinos del Real, Jesús Motos. Apuntó que la entidad pretendía organizar una manifestación en diciembre, pero la proximidad de los días de fiesta les ha llevado a posponer la protesta.
Motos explicó que especialmente la calle Jiménez Iglesias refleja las contradicciones de la transformación de lo que se consideraba “un barrio tranquilo”. Por un lado, es un espacio donde los niños juegan al fútbol o montan en bicicleta. Por otro lado, la prostitución de la zona se ha concentrado en esta calle, y los vecinos temen que haya un aumento del consumo de drogas en el espacio público. “Es una imagen curiosa, ya que muchas veces se les puede ver desde las 19:00 horas”, dijo.
El presidente de la asociación lamentó que el barrio se haya convertido en un lugar donde las trabajadoras sexuales intentan captar a los clientes. Su presencia no es nueva, pero en los últimos años se les encuentra también en las calles General Villalba y La Legión, así como la zona del mercado.
Aseguró que la asociación se ha puesto en numerosas ocasiones en contacto con la Ciudad, así como con los agentes policiales, pero que hasta el momento no han sabido poner una solución al problema. “Sabemos que existe la predisposición, pero no han dado en el clavo. No saben cómo afrontar esta problemática”, señaló. “Falta una persona que capitanee el proyecto”, continuó el presidente de la entidad.
Por ello, los vecinos reclaman un “trabajo constante y transversal, con más presencia policial y un seguimiento de los servicios sociales”.
Propias medidas
Según Motos, las prostitutas del barrio del Real no suelen sufrir agresiones, pero advierte de que son cada vez más vecinos los que, especialmente, a través de las redes sociales manifiestan su descontento. “No creo que vaya a ocurrir, pero algunos dicen que van a tomar sus propias medidas y aseguran que quieren hacer el trabajo que no llevan a cabo los agentes”, contó. No obstante, insiste en que esas personas luego no suelen acudir a las concentraciones y que únicamente se atreven a manifestarse a través de las redes sociales.
Abolir la prostitución
Desde la asociación apuntan a que el perfil de las prostitutas es el mismo que el de hace unos años: son jóvenes marroquíes que “residen ilegalmente” en Melilla y que no están dentro del circuito de los servicios sociales.
Plantearse la abolición de la prostitución parece un objetivo utópico. De hecho, Motos aseguró que el problema es que la mera prohibición de que se ejerza en la calle no implica necesariamente avanzar hacia la erradicación. Cree que según cómo se planteen las medidas, en lugar de erradicar esta cruel forma de trabajo, lo que se conseguirá es contribuir a ocultarlo y a que se ejerza en condiciones todavía más penosas. Por ello, Motos “únicamente” pide que se les busque otra ubicación. “Queremos que se les reubique en una zona no residencial. De este modo, ellas también tendrán mayor privacidad”, indicó.