El melillenses Juan Pedro Góngora estaba buceando cuando vio un ejemplar de medusa de un mínimo de metro y medio con el que se topó sobre los restos del acorazado España bajo el faro del cabo Tres Forcas. Al principio, Góngora la confundió con la medusa aguamala, sin embargo, luego descubrió que se trataba de la Rhizostoma luteum, una especie muy rara de ver y de la se tiene poca información e imágenes.
Esta fue descrita por primera vez en 1827 por dos franceses, luego se llegó a dudar de su existencia ya que no se poseían imágenes de esta, hasta que en 2012 se avistaron en la costa mediterránea.