Una plataforma ciudadana convocó ayer una concentración en favor de la paz entre Palestina e Israel l Las entidades adheridas al acto no supieron precisar quién estaba detrás de la convocatoria
La plataforma ciudadana Melilla por la Paz envió en la madrugada del martes al miércoles una nota de prensa en la que convocaba a los medios de comunicación a una concentración silenciosa hoy a las 20:00 horas en la puerta del Ayuntamiento, para hacer un llamamiento a la “paz entre Palestina e Israel”. Hasta ahí todo podría parecer normal, sino fuera porque nadie, ni siquiera las entidades supuestamente adheridas al acto, sabían decir ayer muy bien de dónde había surgido esta plataforma 'misteriosa'. La convocatoria de esta concentración ya corría por las redes sociales el martes a las 3 de la madrugada. Entre otras personas, el presidente de la ONG local Prodein, José Palazón, compartía en su muro la iniciativa, con la que se indicaba que Melilla se sumaba a un acto organizado a nivel nacional.
Precisamente Palazón fue una de las primeras personas con las que El Faro trató de contrastar quién había detrás de la plataforma. La respuesta del líder de Prodein fue ambigua. Aseguró que ayer mismo habría una reunión y al finalizar ésta se sabría quién estaba al frente de esta organización. Sin embargo, no supo o no quiso precisar de quién había partido la idea, quién o quiénes habían hecho las llamadas a las 21 entidades supuestamente adheridas y cuál era el carácter de esta nueva plataforma.
Ante la falta de claridad del líder de Prodein, desde este periódico tratamos de buscar otras fuentes entre las asociaciones y partidos que figuraban en la nota de prensa como adheridas al acto. Desde el PSOE apuntaron que se trataba de una iniciativa colectiva y que había un contacto, “una tal Belén”, que quizás podría hacer de enlace con los medios de comunicación, aunque no pudieron facilitar su número de teléfono.
La siguiente llamada en busca del convocante ‘perdido’ fue al secretario de la Asociación Musulmana de Melilla, Abderraman Benyaya, con el que no fue posible contactar. En su lugar, otro de los miembros de la entidad aseguró que tampoco tenía muy claro de quién partía la idea, aunque a título personal apuntó a la figura del líder de CpM, Mustafa Aberchán, como posible ‘cabecilla’ de la nueva plataforma.
Aberchán, según dijo por la mañana el diputado de su partido Hassan Mohatar no era quien había organizado el ‘tinglado’. Mohatar aseguró en rueda de prensa que su partido se sumaría a esta concentración como a cualquier otra que buscara reivindicar la paz, pero dijo que en ningún caso eran ellos los convocantes y tampoco supo precisar de quién había partido la idea.
En este punto cabe recordar, eso sí, que casualmente este mismo lunes el líder del principal partido de la oposición, el propio Mustafa Aberchán, había animado a los melillenses a crear una organización similar a la plataforma que ayer surgió de la nada. Quizás fue una coincidencia, aunque ya se sabe que hay quien dice que en política las casualidades no existen.
Ante la falta de información clara, desde El Faro lo intentamos una vez más, en este caso con el líder de Equo, Manuel Soria, que remitió, al igual que Palazón, a la celebración de una reunión a última hora de la tarde de ayer. A la pregunta de quien se había puesto en contacto con él para que acudiera al acto no hubo respuesta. Los problemas de las comunicaciones modernas se unieron a esta serie de ‘catastróficas desdichas’ en busca de la plataforma misteriosoa:Soria se quedó sin batería o sin cobertura.
La última llamada fue al diputado de Populares en Libertad (PPL), Julio Liarte, que puso la puntilla a lo rocambolesco de esta convocatoria. El diputado reconoció que un representante del partido estuvo en la reunión en la que se habló del acto de mañana, pero adelantó que finalmente no habría concentración porque ésta no había sido autorizada por la Delegación del Gobierno. Quince horas después de la llegada de la nota de prensa, nos encontrábamos con una concentración que al parecer ya no existía, un convocante que tampoco había aparecido, una responsable de comunicación con la que no se podía contactar y una reunión nocturna para definir no sabemos muy bien el qué.
Por su parte, la Delegación del Gobierno confirmó unos minutos más tarde que efectivamente no había autorización para el acto. En concreto, la solicitud se presentó fuera de plazo, no se alegaba ninguna causa para ello y tampoco se le había dado carácter de urgente. El solicitante no era la plataforma, aunque no supieron precisarnos de quien se trataba. Parece que el documento que presentaron en la Delegación tenía las mismas lagunas que la nota que enviaron a los medios de comunicación. Habrá que esperar a esta tarde para comprobar si finalmente alguien protesta por algo en algún lugar.