El Gobierno de la Ciudad estuvo ayer muy acertado al valorar positivamente la intervención de la oficialidad marroquí contra el proceder de los activistas de la frontera, que en su empeño por buscar réditos personales se han topado con el freno impuesto por su propio Gobierno. Marruecos podía encontrarse con nuevos problemas a costa del torpe proceder del alcalde Yahya Yahya y seguidores, al revertir tan exageradamente en contra de Melilla un episodio más de sus ansias expansionistas.
Si a lo anterior se añade la abierta oposición de las poblaciones limítrofes contra un hostigamiento que sólo puede acarrear perjuicios para los miles de nadorenses que consiguen ganarse la vida en nuestra ciudad, es claro que la marcha no reportaba ninguna ventaja al vecino reino. De ahí que se valore positivamente la reacción de Rabat porque, como decía ayer el portavoz Conesa, sólo por esa vía puede practicarse la buena vecindad entre dos países partidarios de ejercitarla.