No hubo heridos a pesar de la explosión l El incendio que provocó la deflagración pudo tener su origen en una secadora
Una bombona de butano reventó justo cuando los Bomberos estaban en el pasillo del piso. El estallido sacudió el Edificio Tesorillo y se escuchó en todo el barrio. Por suerte los tres bomberos, que acababan de llegar a esa casa, se encontraban en la dirección contraria hacia donde explosionó la bombona. El gas se expandió hacia arriba y el patio interior desplazando la mampara del lavadero. Éste fue uno de los momentos más críticos que vivieron ayer los vecinos de este bloque situado en la calle Fernández Cuevas, en cuyos bajos se encuentra el supermercado Suma. No hubo que lamentar heridos, ni por parte de los Bomberos ni de la familia que vive en esta vivienda donde se produjo el suceso o de los vecinos.
Un incendio, que comenzó en el lavadero de un piso de la tercera planta de este edificio, provocó que la bombona de butano cogiera temperatura y posteriormente, tuvo lugar, una deflagración que sonó como una gran explosión, aseveró ayer el sargento de Bomberos y el jefe de servicio, Guillermo García. El humo comenzó a verse desde la calle sobre las 16:10 horas y los daños que provocó el fuego fueron tantos y tan graves en la casa que los bomberos tuvieron que trabajar en ella hasta las 18:00 horas.
El suceso
El dueño del piso explicó a los Bomberos que en el lavadero sólo estaba funcionando la secadora. Por ello, cree que pudo ser este electrodoméstico el que originara el fuego. Tanto el propietario de la vivienda como su esposa en el momento del suceso dormían la siesta, cuando se percataron de que había humo y fuego.
El hombre trató de apagar las llamas con un extintor, pero no pudo. Fue en ese momento cuando llamaron a los Bomberos, según el jefe de servicio. Al llegar a la casa, el incendio era grande y no les dio tiempo a controlarlo antes de que la bombona de butano reventara. No obstante, García aseveró que serán los peritos los que deban determinar qué provocó el incendio.
El 061 hizo una primera intervención y asistió a un hombre con problemas para respirar. La ambulancia se marchó, pero a los pocos minutos fue requerida de nuevo. El Ingesa confirmó que los sanitarios volvieron para atender a la misma persona que se encontraba muy nerviosa.
Algunos de los bomberos que bajaban del piso tras extinguir el fuego aseguraban que hacía muchos años que no veían una deflagración como la de ayer. De hecho, la bombona quedó totalmente destrozada por la parte superior.
El sargento afirmó que tuvieron suerte de que la onda expansiva fuera hacia arriba y el patio exterior, pues en caso contrario, podrían haber sufrido heridas. Los compañeros que estaban trabajando con estos tres bomberos también temieron que les hubiera ocurrido algo tras escuchar la explosión.
Vivienda, destrozada
García explicó que la vivienda había quedado muy dañada por el fuego y la deflagración. El lavadero, la cocina y un aseo están destrozados. También se vino abajo los conductos de electricidad y de agua y por ello, los bomberos tuvieron que evacuar todo el agua posible para evitar que hubiera filtraciones a los pisos de abajo. Además, el resto del piso estaba lleno de humo. No hubo que lamentar heridos, pero esa familia se quedó sin hogar, añadió.
El jefe de servicio indicó que la vivienda colindante no había sufrido daños, a excepción de que había entrado humo. También en este piso intervinieron para aliviar el humo y ventilar. Hasta la zona se desplazaron todos los efectivos de Bomberos, dos camiones y un vehículo.
Críticas en redes sociales
Nada más producirse en incendio las redes sociales se hacían eco de la noticia y algunas personas criticaban que los Bomberos hubieran tardado tanto tiempo en llegar a esta vivienda. García aseveró que no tardaron más de dos minutos porque el parque de Bomberos está a menos de 1.000 metros del edificio. Aseveró que en este tipo de sucesos la gente grita que llamen a los Bomberos y la realidad es que muy pocos lo hacen de verdad. Insistió en que nada más recibir la llamada se personaron en la vivienda, pero “el fuego ya estaba desarrollado y fue imposible controlarlo”.
El sargento también destacó que hay otro problema con este tipo de edificios y es que tuvieron que recorrer una gran distancia entre la calle y el piso afectado. Subieron una escalera, llegaron a un patio y allí ya vieron la vivienda donde tenían que actuar. Tuvieron que atravesar varios lugares. “El problema es que los arquitectos no se dan cuenta de que tenemos que llegar pronto a las viviendas”, subrayó.