Este trabajador ha presentado una queja en la Consejería de Medio Ambiente donde denuncia que los relevos no están “sindicados”.
Un taxista melillense, con iniciales A.A.B., se dirigió ayer a este diario tras presentar una queja en la Consejería de Medio Ambiente en cuyo escrito relata que hace unos días fue sancionado por la Junta Directiva de la Asociación de Autónomos del Taxi de Melilla a raíz de una discusión con uno de los tres delegados que tiene la entidad. Esta sanción, con fecha 12 de septiembre, consiste en la suspensión por quince días de prestar servicio en el puerto, aeropuerto, teléfono y frontera hasta el próximo 27 de septiembre.
Este melillense afirma que la sanción le perjudica gravemente, pues constituye para él y su familia un medio de vida y califica la medida de “injusta” y lo considera una “represalia” por las disensiones existentes entre él y la Junta Directiva de la Asociación, por lo que solicita que se le levante dicha sanción.
Según refleja el escrito presentado en la Consejería de Medio Ambiente en el día de ayer, el motivo de la sanción se debe a una discusión mantenida entre este taxista con uno de los delegados de la entidad y critica que únicamente se le haya sancionado a él y no a la otra parte implicada. Circunstancia que, según alega A.A.B., se debe a que este delegado tiene relaciones familiares con la Junta Directiva.
En el mismo escrito, este ciudadano asegura que “últimamente la asociación de los taxistas la manejan un grupo compuesto por 14 taxistas”, entre los cuales les unen lazos familiares.
El conflicto en el seno de la asociación, según relató a este diario, parte también de la petición de este taxista, con 21 años de trayectoria profesional, de que los relevos sean “sindicados”, esto es, dados de alta en la Seguridad Social, circunstancia que, asegura, no se está dando en la actualidad. Más concretamente, A.A.B. afirmó que únicamente se dan de alta en la Seguridad Social durante quince días para solicitar el permiso especial que requieren los conductores del taxi, para después darles de baja.
Esta situación, según dijo, únicamente se da en los relevos, esto es, conductores del taxi que no poseen una licencia y vehículo pero que realizan, generalmente, los turnos de tarde de los que sí la tienen. El acuerdo consiste, según relató, en que el relevo se queda con el 40 por ciento de la recaudación realizada y el resto para el conductor con licencia.