El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla debe decidir si condena o absuelve a un hombre acusado de robar dentro de un coche aparcado en el centro junto con otro compañero, que no compareció en la sala.
Los hechos, tuvieron lugar en la madrugada del 6 y 7 de julio de 2015, cuando un individuo se acercó supuestamente al coche del denunciante con un todoterreno, le rompió la ventanilla del cristal y le robó un navegador y una tablet.
El acusado, que permanece en prisión desde el año 2015, aseguró no saber conducir. Sin embargo, sí confirmó contar con un vehículo propio al que esperaba usar tras aprobar el carnet de conducir. Del mismo modo, señaló que esa noche la pasó en su casa y que no se acuerda de nada más debido a que contaba con una adicción: “Estaba enganchado a las pastillas”, indicó.
El denunciante, por su parte, apuntó que el coche se encontraba cerrado y alarmado y que nunca llegó a recuperar ninguno de los objetos que robó.
La vista contó con la declaración de uno de los testigos del robo, un Guardia Civil que presenció desde el balcón de su hotel cómo un individuo en un todoterreno entraba y salía de él con un maletín. La declaración no vino hasta 5 días después, cuando el agente de la Benemérita volvió a cruzarse de nuevo con el joven al que supuestamente presenció robando. Aseguró reconocerle “aun habiendo pasado mucho tiempo”.
En la acusación del Ministerio Público se relata que los hechos se llevaron a cabo tal y como lo describió el testigo. El letrado, por su parte, solicitó que, en caso de condena, se aplicasen dos atenuantes: el de consumo de drogas y el de dilaciones indebidas en el procedimiento judicial. La Fiscalía, además se opuso a la suspensión de la condena debido a que el sujeto está en prisión y cuenta con condenas posteriores. Por ello, se le pide una pena de 2 años de prisión y una multa de 650 euros.