La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, aseguró durante su visita a Melilla para presentar el Plan Estratégico Integral de la ciudad que el Gobierno apuesta por montar aquí un campus de FP teniendo en cuenta la alta tasa de empleabilidad de sus graduados.
Este curso, el Ministerio de Educación ofreció en Melilla 1.600 plazas de Formación Profesional y recibió 2.285 solicitudes, lo que significa que hay una alta demanda en la ciudad y, por tanto, es viable construir un campus de FP siempre que, como es natural, llegue de Madrid el dinero comprometido para iniciar las obras.
Pues bien, alumnos del Reina Victoria Eugenia de FP de Automoción y Electricidad se han quejado a El Faro de que llevan sin profesor de Automoción desde el inicio de este curso y temen que les pase como a los del curso pasado que no tuvieron docente y están a punto de graduarse sin haber recibido las clases pertinentes.
La gente que estudia Formación Profesional en general busca salir con la cualificación necesaria para conseguir un empleo. El título no les sirve de nada si al entrar de prácticas en una empresa quienes le acogen se dan cuenta de que no tienen los conocimientos requeridos y no son aptos para quedarse trabajando.
Ante esta situación, qué sentido puede tener montar un campus de FP en Melilla si ni siquiera podemos cubrir la demanda de docentes que necesitamos actualmente, pese a que la oferta que tenemos este curso se queda muy por debajo de la demanda real de alumnos que quieren matricularse en Formación Profesional.
La Dirección provincial de Educación asegura que ha sacado la segunda convocatoria para una plaza de interino, pero ninguno de los candidatos que se presentaron a la convocatoria anterior tenía la formación adecuada para impartir clases.
¿De dónde vamos a sacar los profesores del campus de FP?
La formación sigue siendo nuestro talón de Aquiles. Hay muchas empresas en esta ciudad que demandan trabajadores y les cuesta cubrir plazas vacantes porque no encuentran candidatos en Melilla y con los alquileres por las nubes cuesta mucho atraer talento de la península.
Ese problema no es nuevo. Lo venimos arrastrando desde hace años y nada se ha hecho hasta el momento para solucionar un problema que deberíamos tener solucionado si ajustamos la formación de los docentes a las necesidades de nuestro mercado laboral.
Eso no es un problema exclusivo de Melilla. Se da en toda España. Los gobiernos tienen una dificultad real para sincronizar el mercado laboral con los planes de estudio de las universidades y los centros de Formación Profesional. Deberíamos empezar por ahí, antes de montar un campus de FP en Melilla.