La Unión Deportiva Melilla está mejor que nunca. Literal y figuradamente. Los azulinos afrontan, desde este próximo fin de semana, un trepidante, difícil y apretado final de liga con muy buenas sensaciones. La escuadra norteafricana, que venció con solvencia al Atlético Sanluqueño (4-0), permanece una semana más en la primera posición de la tabla en el Grupo IV, aunque empatados con el Recreativo de Huelva y a tan solo un punto de distancia del Cartagena.
El primer objetivo marcado por la directiva azulina a principios de temporada, alcanzar los playoff de ascenso, ya está tiro, e incluso podría certificarse matemáticamente si el equipo melillense se trae los tres puntos de Villanueva de la Serena y el UCAM Murcia pierde en El Ejido. Igualmente, el equipo de Luis Carrion, que acumula siete jornadas sin conocer la derrota, ya va a ir a por todas. Prefieren no hacer cuentas y vivir cada partido de los que restan como una final, como hasta ahora.
El premio del campeonato y su correspondiente bola extra en unas hipotéticas eliminatorias por el ascenso es muy suculento y, en la pelea por el título, pocos puntos van a perderse por el camino. Al haber cinco aspirantes separados por tan solo seis puntos. El margen de error se limita, pero la Unión Deportiva Melilla tiene un par de ventajas con respecto al resto de sus rivales.
La primera y más evidente es que, a día de hoy, la norteafricana es la única escuadra que depende de sí misma para acabar en primera posición. La segunda es que, exceptuando al Badajoz (que aún tiene que visitar el Álvarez Claro), el cuadro azulino le tiene ganado el golaveraje al resto de pretendientes, algo que este año les beneficiará en caso de empate con algún otro equipo. Todo lo contrario de lo que sucedió la temporada pasada, cuando los unionistas quedaron empatados a puntos en la última jornada con un Extremadura, pero con el coeficiente particular perdido. Serían los extremeños quienes se clasificarían (y acabarían subiendo).
Exceptuando la desafortunada noticia relacionada con la lesión del mediocentro catalán, el resto es felicidad e ilusión en el seno del vestuario. Son conscientes de que la única manera de poder seguir aspirando todo pasa por mantener el grado de responsabilidad, intensidad, compromiso e ilusión exhibidos hasta la fecha. Pelean por un sueño contra algunos de los mejores futbolistas de la categoría y han de dar el máximo, pero como volvió a refrendarse ayer en el partido ante el Atlético Sanluqueño, esta unión deportiva Melilla parece haber llegado en un estupendo momento de forma a estos últimos cuatro partidos, como demuestran las estadísticas.
Esta U.D. Melilla está haciendo historia y, ya muy atrás la eliminatoria frente al Real Madrid, ahora quiere dejar huella en liga. Por lo pronto, y sumando ambas competiciones, esta ya es la temporada más goleadora del club desde su último ascenso a la Segunda División B.
A estas alturas de la competición, además, son el mejor equipo con mejor puntuación desde que la victoria vale tres créditos (empatado con el Melilla de García Tébar de la 2009/2010, pero con mejor coeficiente goleador); y el segundo mejor de la historia del club si contamos los puntos que llevaría el Melilla de la 89/90 de ‘Alvarito’ en esta misma jornada 34. Haciendo la conversión de puntos, aquella mítica escuadra que quedó subcampeona por detrás del Albacete sumaría 67 puntos, uno más que los que lleva el plantel comandado por Luis Carrion.
Todas estas estadísticas, sin embargo, no servirán para nada si los azulinos no cumplen con lo esperado –y soñado- en este bonito mes final de temporada.