El secretario general, Alonso Díaz, afirma que las travesías del contrato perjudican los intereses de los melillenses.
El secretario general de UGT-Melilla, Alonso Díaz, expresó ayer la preocupación de su organización por los horarios del nuevo contrato marítimo y exigió al Gobierno de la Ciudad, que inste al Ministerio de Fomento a cambiarlos para que se mantengan los horarios actuales. El dirigente sindical consideró que los buques son “nuestras autovías para llegar a la península con los vehículos y el transporte más asequible económicamente para los ciudadanos, por ello sus servicios deben prestarse exclusivamente en razón de los intereses generales de los melillenses”.
“Es evidente, señaló Díaz, que los nuevos horarios no satisfacen en absoluto las demandas de la inmensa mayoría de quienes vivimos en Melilla, al contrario son totalmente perjudiciales para los mismos, como tal se viene demostrando de forma reiterativa. El sindicato no llega a comprender el porqué de estos nuevos horarios y considera que aún se está a tiempo de rectificar los mismos”, apostilló el líder sindical.
Por otro lado, Díaz indicó que la puesta en funcionamiento de los dos buques Sorolla y Fortuny, en las travesías de Málaga y Almería es “un nuevo paso adelante en la mejora del transporte marítimo, al igual que los anteriores, en línea con las resoluciones de este sindicato, que solicitaba para este nuevo contrato buques de estas características”.
Por el contrario Díaz, ve “un paso atrás en las comunicaciones marítimas el que se haya reducido el tiempo de servicio del buque rápido en la temporada estival de verano reduciéndose solo a dos meses cuando anteriormente estaba en cuatro”.
Por último, el secretario general de UGT-Melilla recalcó que su organización no tiene preferencia por empresa alguna, como no podía ser de otra forma, pero sí exigió más control sobre Acciona Transmediterránea, en el cumplimiento del contrato marítimo, el mantenimiento de las exigencias de que los buques deben estar en perfectas condiciones de salubridad diariamente en cada trayecto y de hacer cumplir obligatoriamente las normas cívicas en la utilización de un servicio público a aquellos viajeros que incumplan las mismas, enumeró.