El Melilla acabó con su racha de siete encuentros consecutivos sin ganar con una victoria de prestigio en el Municipal Villanovense, donde ningún equipo lo había logrado hasta ahora y ante un rival que está segundo en la clasificación. Curiosamente había sido su última víctima, en una muy lejana ya tercera jornada del campeonato.
El equipo norteafricano afrontó el encuentro con un once muy remozado con respecto al esquivo debut de Ángel Viadero frente al Talavera. Hubo novedades como el estreno del centrocampista Parla y del delantero Iker Hernández, además de la presencia de Altimira en la banda derecha, en una decisión que se tornaría acertada en el transcurrir del duelo.
El Villanovense empezó llevando la iniciativa, con un primer intento de Jesús Mena de zurda que se marchó fuera y un Fran Viñuela bullidor en el costado diestro. El Melilla, bien plantado, estuvo algo contemplativo en el tramo inicial del duelo, sin que eso le acarreara sufrir ocasiones en contra. Poco a poco el elenco visitante empezó a sentirse más cómodo en el encuentro y no le hizo falta pisar mucho el campo contrario para golpear. Pasado el ecuador del primer acto, y tras un saque de esquina forzado por Molina, un centro desde la izquierda de Altimira lo llevó a la red de cabeza Borja Díaz. El delantero ganó la acción perfectamente a Pedro, que se quedó con el molde.
Verse en ventaja asentó aún más al equipo norteafricano en el césped, ante un Villanovense descolocado tras el 0-1. Y el Melilla anduvo muy cerca de hacer más sangre. Corría el minuto 37 cuando un preciso centro de Fran García desde la izquierda lo mandó fuera Altimira, que llegó por el otro lado en ventaja pero no acertó. El cuadro serón, incapaz de superar el entramado defensivo tejido por Viadero, apenas tuvo respuesta en lo que quedaba de primera parte, salvo algún escarceo personal de Fran Viñuela y un disparo alto de Cristo por encima del larguero.
Para la segunda parte el Villanovense dio un paso adelante evidente, con una presión más arriba. Ayudaron los cambios ofensivos de Javier Álvarez de los Mozos, que introdujo en el campo a Ruano y Cuero. Sin embargo, el que pudo marcar fue de nuevo el cuadro visitante, en una gran contra de Borja Díaz, que asistió a Iker Hernández para que, tras recortar, rematara a las manos de Pedro. Con todo, el empuje de los locales fue a más, hasta el punto de jugarse prácticamente solo en campo melillense. Molina tuvo que hacer un corte providencial cuando iba a cañonear dentro del área Fran Viñuela y poco después Bonaque no acertó a cabecear dentro un envío, también de cabeza, de Clausí. Viadero refrescó al equipo con las entradas primero de Isi y Youssef, que firmó un buen disparo que atrapó Pedro, y posteriormente de Juanca y Eder, lo que le permitió además jugar con el cronómetro. El Villanovense tuvo una opción en una pelota que se le quedó muerta a Cristo, que remató desviado. El duelo se metió en el tramo final con los locales jugándose el todo por el todo, aunque con más corazón que cabeza, sin terminar de generar excesivos problemas a un Melilla muy serio y ordenado en esta ocasión y que encuentra el punto de arranque buscado tras una racha que parecía no tener fin.