Con tumbas rotas y cubierto de restos de barro, el cementerio municipal de la Purísima Concepción también se ha visto sacudido por el fuerte temporal que asoló Melilla esta semana y que ha causado estragos en algunas zonas de la ciudad.
Después de la ingente cantidad de agua que cayó sobre la Ciudad Autónoma, el camposanto ha registrado algunos daños. Las fuertes lluvias humedecieron la tierra, convirtiéndola en fango, y provocando que algunas tumbas, debido a su gran peso, comenzaran a hundirse y resquebrajarse.
Tal y como pudo verse en algunas imágenes, el torrente de agua arrasó el cementerio y la fuerza de la corriente ha roto lápidas y ha arrastrado piedras y ramas. La imagen resultante del camposanto es desoladora y ha acabado cubierto de restos de barro, piedras y hojas, como ha ocurrido en las calles del centro de la ciudad.
El consejero de medio ambiente, Hassan Mohatar, ha manifestado que todos los recursos de los que dispone la Ciudad Autónoma funcionaron correctamente durante las lluvias de esta semana. Sin embargo, fue tal la cantidad de agua que cayó en un periodo tan breve de tiempo que las bombas pluviales no dieron abasto para tragarla toda.
Se llegaron a recoger 42 litros por metro cuadrado de precipitaciones y tan solo en tres horas (de 09.00 a 12.00 de la mañana). Las playas sufrieron también muchos destrozos, debido también al fuerte levante que provocó olas de hasta 10 metros de altura, y acabaron repletas de centenares de kilos de basura después de las inundaciones. Aún así, tanto las playas como el paseo marítimo ya han sido limpiados y restaurados.
Recientemente, la Consejería de Medio Ambiente ha aprobado un proyecto para remodelar las instalaciones actuales del cementerio musulmán. Entre estas mejoras se encontrarían el derribo de varias edificaciones actuales, la inserción de aseos más amplios adaptados a las personas con discapacidad, un espacio exterior cubierto con parasoles que puede albergar hasta 400 personas o la habilitación de 300 tumbas nuevas, entre otras.