La portavoz del grupo parlamentario del Partido Socialista, Elena Fernández Treviño, ha defendido el uso de la contratación menor por el Gobierno local, tras la "demonización" que los grupos de Vox y Somos Melilla hacen sobre ella. Explica que se trata de una herramienta "ágil" para determinadas áreas y que está "perfectamente validada" por la Administración.
Durante el pleno de este viernes se ha aprobado el informe del interventor correspondiente a los ejercicios de 2021 y 2022, cuando PSOE y CpM gobernaban en Melilla. Su aprobación no ha escapado del debate, con Amín Azmani, diputado del Grupo Mixto, poniendo en jaque, una vez más, el uso irregular de los contratos menores de la Ciudad.
Al respecto, Fernández Treviño, primero, ha defendido la gestión que los socialistas llevaron en sus respectivas áreas durante el anterior Gobierno y, segundo, ha aclarado que en el documento “en ningún momento se habla de irregularidades” sino de “mejoras” que la Administración puede llevar a cabo y en las que los socialistas están “absolutamente de acuerdo”.
Por ello, se alegra de que ciertos procedimientos de la Ciudad Autónoma vayan mejorando, como es el control de la caja fija. Pero opina que la “demonización” que los grupos parlamentarios de Vox y Somos Melilla hacen del uso de la contratación se debe a su “inexperiencia”. Treviño explica que los contratos menores son “un instrumento absolutamente legítimo para contratar” y que está “perfectamente validado” por la Administración.
Como consejera de Cultura y Festejos que fue durante la pasada legislatura sabe que algunas áreas, como las que dirigió, necesitan de una herramienta ágil como es la contratación menor y que no necesitan otras consejerías “como Fomento, Infraestructuras o Medio Ambiente”.
“Creo que demonizar el uso de la contratación menor es un error absolutamente. Agiliza la administración y además da oportunidad a las empresas locales de la ciudad a poder intervenir y poder estar dentro del tejido productivo de la ciudad”, afirma.
Sin embargo, recuerda al Partido Popular que “no puede dar ningún tipo de lección” en la licitación de las contrataciones menores. Como ejemplo pone la cuenta 413, que era un “coladero” de contratos “tan grande como la Plaza de España” de la que no quedó “un solo papel en el rastro del hilo administrativo”.
Recuerda que su Gobierno eliminó la 413, mejoró los procedimientos administrativos de cada área del PSOE y se alegra del nuevo uso de la caja fija, que antes “estaba absolutamente descontrolada, se abría, se utilizaba dinero en mano, se repartía… No había ningún tipo de control” sobre ella.
Treviño asegura que los socialistas siempre se alegrarán de todas las mejoras que se llevan a cabo en la Administración porque, al ser dinero público, “los controles de fiscalización deben estar blindados de principio a fin y deben dejar muy poco margen –o ninguno– a que haya un mal uso de ese dinero”.