El protocolo básico de prevención parece ser suficiente, por ahora. SUP reclama una mayor implicación en informar a los agentes. UFP ve preocupante que la epidemia pueda llegar a Marruecos.
La tranquilidad parece reinar en el seno de los sindicatos policiales ante la epidemia de ébola que se está registrando en hasta cinco países subsaharianos. Dentro de la preocupación que puede causar esta situación entre los agentes en frontera y los que, en general, tienen un contacto directo con los inmigrantes, se respira tranquilidad. El brote del virus está aún lejos de la frontera melillense, pero la UFP ve con preocupación que la epidemia pueda llegar a Marruecos. Por su parte, el SUP confía en que la Dirección General de la Policía Nacional marque, tras la reunión prevista para hoy, las directrices concretas de las medidas de prevención a adoptar.
El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) explicó a El Faro que en Melilla aún no se ha hecho el reparto del tríptico que la Dirección General ha puesto a disposición de los agentes sobre los síntomas y medidas de protección ante un posible caso de ébola. No obstante, recuerda que, después del caso de meningitis registrado en Melilla, cuando un inmigrante ingresó en el Hospital Comarcal afectado de una cepa poco frecuente en España, las medidas prevención adoptadas surtieron efecto.
“Los policías nacionales tienen a su disposición guantes y mascarillas”, explican desde el SUP y recuerda que, en el caso de la meningitis se ofreció a los agentes la vacuna, pero muy pocos policías accedieron voluntariamente a ponérsela.
Por tanto, lo más importante es que los agentes cuenten con la información sobre la enfermedad y dispongan de las medidas de prevención y protección. Para ello, recalca el sindicato, es importante una mayor implicación de la Dirección General de la Policía Nacional y, en general, de la Administración Pública a la hora de insistir en las campañas de información sobre el ébola y recalcar a los agentes que tomen precauciones.
La preocupación es la justa y necesaria teniendo en cuenta las características del trabajo de los policías nacionales en Melilla, pero el SUP se muestra más intranquilo por los compañeros que trabajan en los consulados y embajadas españolas en los países afectados por la epidemia. De ahí, que confíen en que la Dirección General de la Policía Nacional dé hoy directrices concretas para estos agentes.
Posible cierre de la frontera
Por su parte, desde la Unión Federal de Policía (UFP) se comparte esta tranquilidad, dentro de la lógica preocupación, porque el desarrollo de la enfermedad por parte de las personas infectadas es relativamente rápido. Frente al periodo de incubación, estimado en 21 días, la aparición de los primeros síntomas es más temprano, cinco días. Además, desde la UFP destacaron que es más rápido identificar un infectado de ébola que de meningitis.
Desde la UFP consideran que las medidas de prevención, como el uso de mascarillas y guantes, son, por el momento, suficientes, pues no hay que olvidar que, cuando se registró el caso de un inmigrante con meningitis en el Centro de Estancia Temporal, esas medidas fueron suficientes.
Dada esa alarma se ofreció a los agentes la posibilidad de vacunarse, pero fueron pocos los que finalmente consintieron voluntariamente a ello, como apuntó el SUP.
Por el momento, desde la UFP explicaron a este diario que los agentes destacados en los pasos fronterizos no están utilizando los guantes y las mascarillas, si bien las tienen a su disposición cuando las requieran.
El problema serio vendría, en el momento, en el que se registrara un caso de infectado de ébola en Marruecos. La UFP ve con más preocupación esta posibilidad, que incluso podría obligar al cierre de la frontera de Melilla con el país vecino, dado el fácil contagio y rápida expansión del virus, como se está viendo en países como Guinea o Nigeria.
UFP coincide en que la ‘calma’ en la valla es por la mayor colaboración marroquí
La Unión Federal de Policía (UFP) coincide con la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en que la menor presión migratoria en la valla de Melilla no solamente se debe a la efectividad de la malla antitrepa instalada desde hace unos meses, sino también a la mayor implicación y colaboración de las Fuerzas de Seguridad marroquíes.
Desde el sindicato policial explicaron a El Faro que “el dinero que España está dando a Marruecos” en materia de control de fronteras y contención de la inmigración está dando resultados. La UFP destaca que la mayor implicación de los gendarmes y militares marroquíes en la disolución de los grupos de inmigrantes que intentan asaltar la valla está resultando efectivo, pues en muchos casos los subsaharianos ni siquiera consiguen alcanzar el perímetro fronterizo español.
En lo único en lo que discrepa la UFP con la AUGC es en la estimación del número de inmigrantes que está esperando su oportunidad de entrar en la ciudad. El sindicato policial cree que hay más de 3.000 inmigrantes en el Gurugú, como apuntó la AUGC, pues hay que tener en cuenta otras zonas cercanas como Nador y Oujda y las bolsas de inmigrantes en Tetúan y Tánger.