El Faro publica hoy un reportaje para dar voz a los secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios en España y también en Melilla. Los líderes de CCOO, Francisco López, y de la UGT, Francisco Díaz, coinciden en bastantes puntos. Ambos hablan de potenciar el turismo y el empleo y señalan como un factor clave el desarrollo del Parque Tecnológico. En cuanto a los diversos planes de los gobiernos autonómico –Plan Estratégico– y central –Plan Integral– o los que provienen de los fondos de la Unión Europea –Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia–, muestran algunas diferencias, pero, en suma, los dos vienen a dar la bienvenida a una inyección de dinero que aporte una ayuda para clarificar el futuro de la ciudad.
Un futuro que, desde luego, para ninguno de ellos pasa por los planes de empleo, ni de la Ciudad Autónoma ni siquiera del Gobierno central. Aun reconociendo todos que estos planes vienen a paliar la situación de muchas personas –con frecuencia con escasa cualificación– que de otra manera tendrían muy complicado encontrar un puesto de trabajo con buenas condiciones, a ambos les parece que vendrían a ser algo así como lo que recoge el popular dicho español de ‘pan para hoy y hambre para mañana’.
Por este motivo, tanto CCOO como la UGT apuestan por modificar estos planes. Díaz cree que se podrían aprovechar para dar a los trabajadores una formación que les sea de utilidad con vistas al futuro. Para López, lo que habría que hacer es obligar a las empresas a contratar, durante otros seis meses o incluso un año, a una parte de estos trabajadores, al menos un 20% de la plantilla de los planes de empleo.
López pone el foco en la educación desde otro prisma. Para él, lo que hay que hacer es adaptar la formación a las características de la ciudad autónoma. Pone el ejemplo de los cruceros que llegan a Melilla, que no cuentan con unos intérpretes que hay que traer de Málaga. Precisamente en Málaga el Plan Estratégico sí se ha llevado a cabo por un alcalde del PP pese a que lo elaboró el PSOE. Quizás esa sea precisamente la clave: que toda la ciudad de Melilla se una en torno a unos ejes comunes, independientemente del pensamiento de cada cual.