El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla cuenta, en estos momentos, con siete internos alojados después de la detección por parte de la Guardia Civil, este lunes, en la playa de Los Cárabos, de una patera con cinco inmigrantes a bordo, de los cuales tres -de origen marroquí- han sido interceptados.
Hasta este momento, la ocupación era solamente de cuatro personas, según han confirmado a El Faro fuentes de la Delegación del Gobierno.
Cabe recordar que el CETI cerró el año 2022 con una cifra récord de inmigrantes, con solo cinco personas estaban acogidas.
La explicación del descenso brusco en el número de inmigrantes acogidos en el CETI hay que buscarla en la sentencia del Tribunal Supremo, que en julio de 2020 avaló la libre circulación los solicitantes de asilo por todo el territorio nacional.
Así lo cree, por ejemplo, el juez decano de Melilla, Fernando Portillo, quien considera que esa sentencia, reivindicada por las ONGs durante 30 años, es la responsable de que toda la inmigración irregular que antes se acumulaba en Melilla ahora salga en dirección a la península en cuanto empiezan a tramitar la solicitud de protección internacional.
"Esa sentencia hace que toda la inmigración que llega a Melilla no necesariamente tenga que quedarse en Melilla. Antaño no les dejaban viajar, aunque solicitaran asilo. El quid está en la solicitud de asilo. Ser inmigrante ilegal te impide de facto acceder a la península porque no tienes documentación para ello, pero si solicitas asilo y el asilo se te admite a trámite, lo cual ocurre por silencio administrativo si en equis tiempo la Administración no resuelve, y además, esto ocurre frecuentemente dado que la Administración cuenta con muy poco personal y a veces se producen entradas masivas, pues ya con ese documento pueden libremente circular. Me consta que las casi 900 personas que entraron en enero, todas ellas pidieron asilo. La ley dice que todo solicitante de asilo puede circular libremente", explicó, a principios de año, el juez decano.