Los guardias de Seguridad del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI) han detectado que ha ido a más el grupo de marroquíes...
...que habitualmente merodea por los alrededores del centro y que no puede acceder a él porque nuestro país tiene un convenio con Marruecos para su devolución. Según han comentado a El Faro fuentes del CETI, ya son unos treinta y se dedican a amedrentar a los residentes del centro. De hecho, refugiados sirios han comentado a este periódico que temen salir de las instalaciones por miedo a que les roben o agredan. La práctica ha demostrado que poco o nada se ha hecho en los últimos años para evitar que este tipo de situaciones se produzcan en los alrededores de un centro que, como de costumbre, está lleno hasta la bandera. En estos momentos roza los 1.600 residentes, cuando tiene una capacidad máxima para 480 personas. Detrás de esa sobreocupación están los altercados que se producen en el CETI de Melilla. Por mucho empeño que pongan los trabajadores del centro es normal que se den roces entre personas que, en ocasiones, no comparten nacionalidad, religión ni costumbres. Descongestionar el CETI es ya una quimera tan inalcanzable como ampliar las instalaciones. Desde el centro prevén que en el último trimestre del año se produzca un parón en la entrada de inmigrantes sirios por el efecto llamada de los recibimientos que los refugiados están teniendo en Alemania y Austria. Eso, al menos, era lo que se pensaba antes de que ayer Angela Merkel cumpliera su promesa de cerrar sus fronteras e ignorar el tratado Schengen. La canciller alemana quiere convertir a Turquía en el Marruecos de España. Que los turcos sirvan como muro de contención de la inmigración de personas que huyen de una guerra que no han provocado. En unos días Hungría empezará a aplicar las penas de cárcel para los inmigrantes que lleguen ilegalmente a su territorio. ¿Qué pasará entonces? Quedan abiertas las vías Marruecos-Melilla o Libia-Italia y podría dirigirse hacia aquí un flujo imparable de refugiados. ¿Se conmoverá Europa con nosotros tanto como lo ha hecho con la ola de refugiados que ha llegado estos días a Alemania?