El sindicato de Enfermería considera que el Ministerio es básico para el sistema sanitario.
“Las consejerías de Sanidad de las distintas Comunidades Autónomas gestionan en torno al 60% del presupuesto autonómico y el Sistema Nacional de Salud es uno de los principales empleadores del Estado con más de un millón de trabajadores”. Para Satse, estos datos avalan, por sí solos, la necesidad de contar con un Ministerio de Sanidad “fuerte”.
Según el sindicato de Enfermería, una Subsecretaría o una Dirección General no tendrían capacidad “para imponer unas directrices claras que cohesionen la Sanidad e impidan la existencia de 17 sistemas distintos”.
“La existencia del Ministerio, independiente del resto de carteras, es esencial” afirmó el secretario general del sindicato de Enfermería y portavoz, Alejandro Laguna. “Es el único camino si queremos un Sistema Sanitario modélico, único y cohesionado con una autoridad administrativa que pueda coordinar, en condiciones de igualdad, a los 17 consejeros autonómicos y a los responsables de Melilla y Ceuta”.
Para Satse, la hipotética desaparición de Sanidad como Ministerio daría lugar “a que el Consejo Interterritorial de Sanidad, el órgano que cohesiona la atención sanitaria de todo el Estado, dejaría de tener la capacidad coordinadora que se le presupone al carecer de una figura, la del ministro de Sanidad, capaz de hacer prevalecer el interés general sobre el regional”.
Por otro lado, Laguna afirmó que se producirían “graves discrepancias entre comunidades con grandes presupuestos sobre los que manejan otros más modestos ya que las primeras querrían hacer prevalecer sus intereses al no existir una figura con autoridad estatal de peso”.
“La salud debe ser una razón de Estado. Al menos así lo ha señalado en numerosas ocasiones responsables del PP”, agregó. “Las capacidades del sistema se verían seriamente mermadas si carecemos de los instrumentos de coordinación y cohesión básicos”, concluyó.