Hasta que hace una semana el presidente Juan José Imbroda no reconoció la injusticia de los contratos fraccionados que el Ingesa venía haciendo a los sanitarios en Melilla para cubrir plazas por bajas médicas o vacaciones, el Ingesa no había caído en el atropello que estaba cometiendo contra esos profesionales.
Hasta el pasado viernes las denuncias de los sindicatos y las protestas de los trabajadores por esos ‘contratos basura’ habían caído en saco roto. De hecho, en el propio Ingesa no tenía el menor reparo en, por ejemplo, hacer firmar a un sanitario hasta 33 contratos en un solo mes, dejando fuera del periodo de cotización a la Seguridad Social los días de descanso que correspondían al trabajador.
Hasta hace siete días, cuando el presidente Imbroda (y candidato del PP a la Presidencia) dijo que esa forma de contratar se había acabado, el director territorial del Ingesa, Francisco Robles, no sentía ningún remordimiento de conciencia en hacer oídos sordos a las hoy justas reclamaciones de los trabajadores. ¿Lo hacía siguiendo las directrices que le llegaban desde la Dirección del Ingesa en Madrid o actuaba de ‘motu propio’ para ganarse el reconocimiento de sus superiores a costa de los derechos de sus subordinados? ¿Quién es el responsable político de esos contratos? ¿Dará hoy un paso al frente el director del Ingesa, José Julián Díaz Melguizo, de visita en Melilla, o dejará que caiga toda la responsabilidad sobre su subalterno, Francisco Robles, su homólogo en el ámbito de nuestra ciudad?
Melguizo también anunciará esta mañana el reinicio a mediados de junio de las obras del Hospital Universitario, una noticia que adelanta hoy El Faro. Al igual que ha hecho en innumerables ocasiones Robles (todas ellas erradas), Melguizo pondrá fecha al reinicio de las obras. Dirá que los trabajos se retomarán en un mes. Así, al menos, se lo aseguró ayer a los sindicatos en la reunión que mantuvo con ellos en la Delegación del Gobierno. ¿Quién asumirá la responsabilidad si llega la fecha y los obreros no se han puesto manos a la obra? Hasta ahora, Robles ha optado por mirar hacia otro lado cuando una tras otra se han venido incumpliendo sus predicciones. Desde antes del mes de octubre de 2014 el director territorial del Ingesa ha venido marcando cruces en el calendario demostrando un infalible talento para la equivocación. De hecho, a la vista de su poco prometedora carrera como adivino, últimamente ya no se atrevía a dar nuevas fechas ni nadie se las pedía.
¿Sorprenderá hoy a todos Melguizo y asumirá o dirá quién debe disculparse ante los sanitarios de Melilla por los ‘contratos basura’ que éstos se han visto obligados a firmar? ¿Tendrá el director del Ingesa el valor de asumir la responsabilidad política si en junio no se han retomado las obras en el Hospital Universitario? Si no está dispuesto a garantizar con su dimisión que en un mes se reiniciará la construcción, ¿explicará, al menos, qué ha venido a hacer a nuestra ciudad después de más de tres años desde que asumió su cargo al frente del Ingesa?