Los cinco principales partidos (PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos y Vox) que concurren a las elecciones del próximo domingo presentan en sus programas electorales diferentes maneras de afrontar el tema de la inmigración ilegal en nuestra país.
Desde el Partido Popular se aboga por fomentar una llegada ‘ordenada’ que esté vinculada a las necesidades del mercado laboral de nuestro país, visión cercana a la que plantea Ciudadanos, que se saca de la chistera el ‘visado por puntos’ para atraer a aquellos extranjeros mejor cualificados y que puedan aportar un valor añadidos en su trabajo.
Desde la izquierda, sin embargo, se aboga por cimentar el control migratorio en base a una política solidaria y que respete los derechos humanos de los inmigrantes que lleguen a nuestro país.
Vox, por su parte, es el partido que pondría en marcha las medidas más duras, deportando a aquellos inmigrantes que entren de manera ilegal y revisando los tipos penales.
Respecto a los menores extranjeros no acompañados, los populares se comprometen a que estos niños sean devueltos a sus hogares, mientras que Podemos, en el otro extremo, quiere que esta práctica sea prohibida.
En lo que si coinciden todas las formaciones es en la necesidad de mejorar las fronteras de Melilla y Ceuta y dotarlas de más medios, tanto humanos como materiales.
Al menos, en este punto, gobierne quien gobierne, todos se han comprometido a modernizar los pasos. Ahora habrá que esperar a que quien finalmente llegue a la Moncloa cumpla con su promesa.