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'Contrabando de subsistencia’
Que el llamado comercio atípico es complicado de resolver se lleva diciendo por activa y por pasiva por diferentes organizaciones desde hace tiempo. Quien no se había pronunciado al respecto era el país vecino. Pero ayer el ministro del Interior de Marruecos, Abdeluafi Laftit, reconoció lo “difícil” que es encontrar una solución al ‘contrabando de subsistencia’ mantenido con las ciudades españolas de Melilla y Ceuta.
El ministro marroquí destacó que es un problema grande y complejo y hallar una solución que satisfaga a todo el mundo sin causar daños colaterales no es tarea fácil. Aquí entran en juego tanto los propios porteadores, que trabajan en unas condiciones lamentables, hasta los comerciantes y las fuerzas de seguridad del Estado, que tienen que controlar el comercio atípico y evitar las desgracias que muchas veces se suceden, como el pasado lunes 22, cuando un hombre falleció en el Comarcal tras haber caído sobre los tornos, después de haberse producido una avalancha.
Las autoridades marroquíes cerraron ayer las puertas de Barrio Chino tras registrarse una nueva avalancha.
La Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) se quejó ayer de que ven voluntad para solucionar los problemas pero no soluciones y todos los días se encuentran cierres. Y si el tránsito no fluye en la frontera, mal va para el comercio. De hecho, Melilla cerró 2017 con la mayor caída de ventas del país. Urge una solución.