El secretario general del PP de Melilla y diputado local, Miguel Marín, quiso denunciar públicamente que el Gobierno de Melilla requisase en el día de ayer numerosas mascarillas defectuosas. Marín aseguró que estas mascarillas no contaba con el visto bueno sanitario y técnico por parte de las autoridades en este campo.
Criticó que Eduardo de Castro, presidente de la Ciudad, y Dunia Almansouri, consejera de Hacienda, “comprasen por su cuenta” dichas mascarillas y las distribuyeran entre distintas entidades de la ciudad, como son los bomberos de Melilla. Describió la actuación como una irresponsabilidad, afectando a la salud pública de la ciudadanía, y acusó a De Castro de “ser un peligro para la ciudad”. También se preguntó “qué pintan” De Castro y Almansouri comprando material sanitaria sin contar con la Consejería de Salud Pública y los técnicos sanitarios. Marín también recordó cuando De Castro paralizó la compra de 2.000 test para ahorrar 20.000 euros y expresó que por el contrario, sí que se gasta el dinero en menores extranjeros.
Por lo tanto, esta compra de mascarillas, Marín la interpreta como la prueba de que Coalición por Melilla tiene el control del Gobierno, haciendo firmar al presidente de la Ciudad lo que ellos deseen, como en este caso. Añadió la firma de unas ayudas sociales, que según expresó, no se han hecho bajo ningún procedimiento administrativo. Así pues, los populares tomarán medidas frente al asunto.
Otro tema que quiso tratar el diputado local, fue la modificación presupuestaria, pues declaró que su publicación se ha hecho de “forma errónea”. Concretamente, en la parte de altas y bajas, por lo que afectaría a terceros. “Se trata de una chapuza más, se trata de una improvisación más”, aseguró Marín, quien criticó que además de que se hayan publicado tarde las modificaciones, se hace erróneamente y que familias que dependen de estos presupuestos se van a ver afectadas negativamente. “A ver qué explicación nos dan”, manifestó. Matizó que los afectados “no saben si les han quitado o no” y que no saben si les van a dar esas ayudas que necesitan.
Marín también rememoró que en pleno de la Asamblea se retornaran a los menos extranjeros a su país con sus familias, pues la Ciudad ha tenido que destinar tres millones de euros a la manutención de esto. Dado que la frontera está cerrada, el plan B era enviarlos a la península. La idea es que ese dinero destinado a los menores se desviase a las familias, hosteleros y autónomos de la ciudad.
¿Cuántas mascarillas se podían haber comprado con los seis millones de euros que ha habido que devolver por vuestra inoperancia, fiera?
Y el cocainómano erre que erre!!