Un individuo se enfrenta a una posible condena de cuatro años de prisión como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación. De acuerdo con la descripción de los hechos que recoge la fiscal en su escrito, el procesado sacó una navaja a una menor, se la puso en el costado y huyó tras robarle el bolso.
Estos hechos tuvieron lugar el 23 de octubre de 2016, cerca del campo de fútbol Álvarez Claro, sobre las 12:30 horas. Los mismos fueron ayer enjuiciados en la sala del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla.
El encausado aseguró que él no tenía nada que ver con el robo que se le imputaba. Según declaró, el día que ocurrieron los hechos era domingo, por lo que era muy probable que estuviese en Marruecos donde se va a menudo para pasar el fin de semana. Apuntó que, en el caso de que estuviese en Melilla, casi con toda seguridad que estaría en su casa durmiendo.
El hombre, además de negar que hubiera sacado una navaja a una menor para sustraerle el bolso, subrayó que no suele pasar por la explanada en la que tuvo lugar el robo, y que si lo hacía era en el interior del coche.
La víctima, que fue la siguiente en declarar, estuvo acompañada en la sala por su madre, ya que todavía es menor de edad. Según dijo, no llegó a ver el rostro al ladrón puesto que iba encapuchado. Relató que el autor del robo salió corriendo de entre los coches que estaban aparcados, fue hacia ella, la tiró al suelo y le sacó una navaja.
Reconocimiento fotográfico
La menor explicó que, en dependencias policiales, los agentes le sacaron varias fotografías para que identificase al autor del robo, pero ella no estaba segura porque no le vio la cara. “Los policías me dijeron que como tenía varias causas pendientes podría ser él (refiriéndose al encausado)”.
Según afirmó, ella sólo se dio cuenta de que el ladrón era “súper moreno”, siendo esta la descripción que aportó a los policías.
El letrado de la defensa preguntó a la víctima si el reconocimiento fotográfico tuvo lugar cuatro meses después de que pusiera la denuncia, a lo que la menor respondió que no lo tenía claro.
El caso quedó visto por la magistrada para dictar una sentencia.
“No han protegido a mi hija, que es menor de edad”
La madre de la víctima, que es menor de edad, se dirigió a la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla una vez que finalizó la vista. Enfadada, reprochó a la magistrada que no se había protegido a su hija al tener que declarar en la misma sala que el procesado. La juez, extrañada, le aclaró que podría haberlo hecho desde otra planta de las Torres V Centenario, a través de una videoconferencia, a lo que la mujer respondió que a su hija la habían remitido a la sala donde se desarrolló el juicio, situada en la primera planta.
“¿No se supone que hay que proteger a los menores? Pues no han protegido a mi hija”, proclamó. La madre explicó que antes de que diera inicio la vista, ella y su hija habían coincidido con el acusado en el pasillo. La juez le dio la razón en que se deberían haber tomado más precauciones desde el juzgado y lamentó lo ocurrido.