El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, anunció ayer que se tomarán medidas restrictivas similares a las fases 1 y 2 de las desescalada debido a la mala situación epidemiológica del coronavirus en Melilla. En los últimos tres días de los que los que conocemos datos, se han sumado 47 nuevos contagios, con lo que el total de casos activos de Covid-19 en la ciudad asciende a 270. Además, la ciudad presenta unos de los peores valores en la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a nivel nacional.
La pandemia está golpeando con fuerza a la ciudad después del confinamiento y tras adoptarse la llamada ‘nueva normalidad’. Las normas sanitarias no han sido cumplidas como hubiera sido deseado y se ha pecado de laxitud a la hora de perseguir a quien hacía caso omiso de las indicaciones de las autoridades. Durante demasiadas semanas hemos presenciado actitudes inaceptables, como las aglomeraciones en fiestas y playas, y se ha permitido a cientos de personas andar por la vía pública sin portar mascarilla. La responsabilidad personal de muchos ha sido insistente y ahora todos pagaremos los platos rotos.
Estamos a punto de descender muchos escalones, que tanto esfuerzo ha costado subir, y volver a una situación de restricciones que pensábamos había quedado en el olvido. Es un fracaso de todos como sociedad y especialmente de los responsables políticos, que no han sabido concienciar a toda la ciudadanía del riesgo que existe y tampoco han podido controlar a los que no colaboraban en el esfuerzo común de la lucha contra el coronavirus.