El dirigente de Prodein apunta que la agresiones no son aisladas y culpa al Gobierno español.
El máximo responsable de la ONG local Prodein (Pro Derechos de la Infancia), José Palazón, aseguró ayer en declaraciones a El Faro que la agresión contra el niño por parte de un profesor que supuestamente se ha producido en la Residencia de Estudiantes Marroquíes no es un hecho aislado. Palazón indicó que tienen constancia de que este tipo de conductas son relativamente habituales en el centro, aunque puntualizó que también hay docentes en el colegio que hacen un buen trabajo con los pequeños.
No obstante, el dirigente de Prodein indicó, además, que el trato que reciben los estudiantes en esta Residencia es peor que el que pueden tener en un colegio de Marruecos. En este punto, Palazón señaló que cree que en los centros docentes del país vecino hay más control que en éste, aunque indicó que en Marruecos el maltrato en las aulas es más habitual que en nuestro país. “Se dan casos así, sobre todo en zonas rurales, pero creo que allí hay más control que en esta Residencia”.
Palazón señaló que la Residencia de Estudiantes Marroquíes tendría que estar “cerrada o controlada por el Ministerio de Educación”. Asimismo, aseguró que el centro lleva muchos años abierto y que “no cierra por miedo a la reacción de Marruecos”.
Además, señaló que este centro también sirve al Gobierno local para que los niños que no tienen derecho a la escolarización porque no tienen sus papeles en regla, puedan recibir sus clases aquí. “El maltrato empieza antes de que entren en las aulas. La agresión a estos niños comienza cuando el Gobierno español no permite que puedan matricularse en un colegio de nuestro país”, indicó Palazón.
El informe anual de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía recogía esta realidad en uno de sus apartados, apuntando que muchos hijos de mujeres inmigrantes sin papeles que viven en nuestra ciudad y que al igual que sus madres también están indocumentados, recibían clases en la Residencia, porque era el único centro en el que les permitían matricularse.
Así, Palazón insistió en que el Gobierno y el Ministerio tienen que tomar cartas en el asunto porque no se puede permitir que se produzcan situaciones de este tipo. “Es un maltrato en cadena, que empieza cuando los niños no pueden escolarizarse en otro sitio, pero es necesario hacer algo al respecto”, aseveró.