“No se puede ver la diabetes como una enfermedad limitante para las personas que la padecen. La meta es que el diabético viva con su enfermedad con total normalidad”, destacó el endocrino Gilberto Pérez López, quien pasa consulta en el centro de salud de Alfonso XIII y en el Hospital Comarcal desde hace un mes. Este experto comentó con El Faro las principales características de la diabetes, su tratamiento y cómo las personas que padecen esta enfermedad pueden mejorar su calidad de vida.
De forma general, esta patología se puede clasificar en dos, la diabetes tipo 1 y la de tipo 2.
“La tipo 1 suele asociarse en la edad pediátrica y la tipo 2 a los adultos. Aunque ambas provocan el aumento de los niveles de azúcar en sangre, sus causas son distintas”, destacó Pérez López.
La diabetes tipo 1 tiene una base es autoinmune, es decir, que el cuerpo del niño produce anticuerpos que atacan al páncreas, por lo que, deja de producir insulina, que es una hormona que permite pasar a las células la energía necesaria para su funcionamiento. No se asocia con factores hereditarios, y se considera que es multifactorial, pues no se sabe muy bien cuáles son sus causas.
En cambio, la de tipo 2, habitualmente, suele asociarse con gente con sobrepeso u obesidad. Estas personas producen insulina, pero por la obesidad esta hormona no funciona bien y al final les sube el azúcar en sangre, según indicó este endocrino. En este tipo de diabetes sí que intervienen factores hereditarios. Pueden desarrollarla personas que tengan entre sus familiares a enfermos de diabetes o mujeres que hayan tenido niveles altos de azúcar durante el embarazo.
Niños con diabetes tipo 2
“Llama la atención que con el aumento de forma muy peligrosa de la obesidad infantil se empiece a diagnosticar la diabetes típica del adulto en adolescentes y niños”, destacó Pérez López. En este sentido, apuntó que son jóvenes obesos que desarrollan una elevación del azúcar en sangre, pero no porque tengan un problema en el páncreas, sino porque tienen sobrepeso.
Así, remarcó que estos casos lo está viendo a diario en la consulta.
¿Por qué es importante vigilar los niveles de azúcar en sangre y evitar la diabetes? “En España y en Melilla, la primera causa de pacientes en diálisis, enfermos ciegos y personas amputadas es por diabetes”, declaró.
El niño que padece el tipo 1 tiene como único tratamiento la insulina. Sin embargo, el paciente que tiene diabetes tipo 2 cuenta con un abanico mucho más amplio. “Se basa en pastillas, que son los antidiabéticos orales, en la insulina y otros medicamentos que bajan la azúcar y que no son esta hormona, pero que se ponen también de forma inyectable”, explicó este endocrino.
“Antes se tendía a utilizar la insulina en fases muy avanzadas de la enfermedad. De hecho, se solía asociar a las últimas fases, por ejemplo, cuando una persona iba a quedarse ciega. Pero ahora, el mejor tratamiento para la diabetes es la insulina y se tiende a poner más pronto que antes”, afirmó Pérez López.
No obstante, este endocrino aseguró que en la diabetes tipo 2 lo más importante, además del tratamiento, son los cambios en el estilo de vida. La mayor parte de las personas que padecen esta patología la desarrollaron por su obesidad, por lo que bajar de peso puede significar controlar la enfermedad, retirar fármacos y mejorar la calidad de vida, tal y como apuntó este experto.
Diagnóstico
Pérez López explicó que el azúcar se va depositando en todos los órganos, que van siendo afectados poco a poco y de forma silenciosa. “El control del nivel de azúcar en sangre, y por lo tanto, realizarse analíticas, es importante porque la diabetes al inicio no avisa”, aseveró.
“Se dice que un enfermo de esta patología de tipo 2, cuando se le diagnostica, se da por hecho que es diabético desde hace diez años, pero que no se le había detectado”, aseguró este endocrino.
¿Qué se puede hacer para evitar la diabetes? Pérez López señaló que hay que llevar una vida sana y una dieta equilibrada, además de realizarse de forma periódica analíticas para vigilar la aparición de esta patología.
Son grupos de riesgo las personas que tienen más de 30 años, las que tengan en su historial familiar a enfermos de diabetes, los hipertensos, las mujeres que tuvieron bebés de más de cuatro kilos de peso o diabetes diagnosticada en el embarazo y los fumadores.
Complicaciones de salud derivadas de la diabetes
Las principales complicaciones de salud derivadas de una diabetes se pueden dividir en dos tipos. Las primeras son las complicaciones microvasculares, es decir, la afectación de los pequeños vasos sanguíneos. Una de ellas es la retinopatía diabética, es decir, la formación de vasos sanguíneos aberrantes en la retina, que si crecen de forma desordenada, la dañan y acaban provocando una ceguera. Otra complicación microvascular es la nefropatía diabética. Se trata de que los vasos sanguíneos pequeños del riñón se ven afectados y el paciente puede necesitar diálisis. También se enmarca en este grupo las complicaciones relacionadas con la neuropatía diabética, esto es, que el riego de los nervios se dañan, sobre todo, los de las piernas, y el paciente tiene síntomas de dolor en manos, piernas, sensación de hormigueo o como si tuviera mucho calor en los pies. Puede llegar a ser muy discapacitante.
Y el segundo tipo son las macrovasculares, es decir, las que afectan a las arterias y venas más grandes. Entre ellas están el ictus; el infarto agudo de miocardio, ya que el azúcar acelera que se deposite el colesterol en las paredes de las arterias; y la enfermedad arterial periférica, que hace referencia a la patología que se caracteriza por una pérdida del riego sanguíneo en las piernas e incluso hay riesgo de amputación.