La falta de capacidad de la Delegación del Gobierno y el Partido Socialista para gestionar la crisis desatada tras la publicación de la lista de preseleccionados para las nuevas contrataciones con cargo al presupuesto de los Planes de Empleo, se puso ayer más que de manifiesto. La autoridad gubernativa se reunirá por fin con los vecinos de la Cañada, pero lo hará tras haber sido presionado y forzado a hacerlo por los mismos vecinos y sin que se entienda por qué no se reunió cuando estos se lo pidieron inicialmente sin ejercer presión de ningún tipo.
Por sí sólo Gregorio Escobar se ha puesto en evidencia en este asunto, siguiendo así la torpe estela del secretario general de su partido en Melilla, que insiste en tachar al presidente Imbroda de instigador de los disturbios violentos del pasado miércoles, y que establece sin ton ni son una red ilógica de asociaciones para señalar a los que según él son los autores intelectuales de los mismos disturbios. Error sobre error en detrimento de los intereses generales de Melilla y de las mínimas formas que deben presidir las relaciones entre nuestra clase política.