En El Faro, últimamente, no paramos de rodearnos de bellezas. Si la semana anterior hablábamos con Miss y Míster Melilla 2023 sobre su experiencia durante su año de reinado, en esta ocasión les ha tocado el turno a Nerea Soler e Ismael Carralero, Miss y Míster Melilla 2024.
El pasado sábado, el Auditorio Carvajal se llenaba hasta la bandera para elegir al chico y a la chica que representarán a la ciudad autónoma durante este 2024 como los guapos oficiales, aunque tras mantener la entrevista con ellos, no sólo son los más guapos sino que también son personas, divertidas y que saben muy bien lo qué quieren y lo qué no.
Tanto en el caso de Nerea como en el de Ismael ambos reconocen que la decisión de presentarse a este certamen surgió de forma espontánea: “lo mío fue súper espontáneo. Estaba con mi madre caminando por el centro y pasamos al lado de un lugar para inscribirse y le comenté ¿qué le parecía? y, en un principio, se quedó un poco extrañada y me dijo “yo no sé nada de este mundo y le respondí, yo tampoco”, y , finalmente, me apunté porque tenía muchas ganas”, manifiesta Nerea.
Ismael, logró alzarse con el título de Míster Melilla, pero también con la banda de Míster Fotogenia.
Ismael te gana por muchas cosas, pero, en mi caso, me pudo su espontaneidad: “estaba participando en la Gran Movida y en una prueba, en la cual teníamos que disfrazarnos de drag queen. En ese momento, uno de los organizadores me comentó “necesitamos gente para la gala y tú tienes un cuerpo que encaja con el perfil y le pregunté, “¿pero de qué me presento de Miss o de Míster?”. Finalmente, me acabé apuntando y cuando me di cuenta mis amigos no me dejaban echar marcha atrás. Así que me dije. Para adelante”.
Y así de modo casual, Nerea e Ismael se subieron al escenario para demostrar que tienen mucho que ofrecer, pero ¿cómo vivieron esta experiencia?: “los días antes tuvimos muchos ensayos, pero el día del certamen lo viví con muchos nervios y emociones porque yo, por ejemplo, nunca había subido a una pasarela pero al final fue una experiencia inolvidable”, subraya Nerea.
En el caso de Ismael, lo vivió más relejado: “yo incluso, antes de subir al escenario, dormí una siesta de 20 minutos en una silla. Estaba muy tranquilo, pero es cierto que justo detrás del escenario afloran los nervios, pero me lo tomé con naturalidad, con soltura e intentando demostrar una buena actitud”.
Cuando participas en un evento de esta características siempre tienes la esperanza de ganar, pero tampoco era algo que les preocupase en exceso: “a lo mejor me esperaba como mucho ser Segundo Caballero con suerte, pero no me esperaba ser Míster Melilla, la verdad. Cuando una de las chicas que presentaba me miró y dijo mi nombre casi me caigo de espaldas”. Nerea tampoco se lo esperaba: “no me lo esperaba para nada. Por encima había chicas mucho más altas y la verdad no me lo creía. Yo sabía que tenía un apoyo enorme, y se volcaron mucho conmigo, pero quién votaba era el jurado. No lo preveía”.
Tanto Nerea como Ismael tienen los pies en la tierra. Saben que éste es un mundo complicado y no apuestan todo a una carta: “ahora mismo trabajo en un supermercado y finalizaré mis estudios de ADE. Ahora que surge la posibilidad no me voy a echar para atrás”, señala Ismael.
“El próximo año tenemos el certamen de Miss y Míster España y vamos a intentar darlo todo. Si sale bien, fenomenal, y si sale mal tenemos dos opciones: intentar buscar algo parecido por redes sociales o seguir nuestros estudios”, puntualiza Nerea.
Aunque sólo llevan unos días siendo los guapos oficiales de Melilla, Nerea e Ismael ya son más que reconocidos por la calle: “al principio nos parecía un poco agobiante, pero ya llevamos cuatro días y, poco a poco, nos vamos soltando y no paramos de conceder entrevistas”.
Aunque tanto Laura como Sebastián, los ganadores del pasado año les advirtieron del apoyo que iban a recibir por parte de muchas personas también les avisaron de que las críticas iban a ser una constante: “al final soy una persona feliz que intenta ser yo mismo y hacer frente a los comentarios del resto. Tiro para adelante e intento que no me afecten las críticas. Tenemos que forjar un escudo y ponernos unos auriculares que no nos permitan escuchar los malos comentarios porque detrás de ellos siempre están los positivos y parece que tenemos que potenciar los negativos. Hay que salir con actitud positiva”, reflexiona Ismael.
Por desgracia, en el mundo de las mujeres todavía seguimos siendo muy competitivas entre nosotras: “estamos muy expuestas al mundo de las redes sociales. He trabajado en Instagram, Tik Tok y tengo bastantes seguidores, entonces estoy más acostumbrada a las críticas, pero también sé que hay personas que se alegran por mí”.
Durante el certamen esas rencillas se dejaron notar y, desgraciadamente, más en el sector femenino.
“Yo recuerdo decirle a mis compañeros que iban a ganar porque tenía claro que yo no iba a ser el seleccionado e intenté animar a todo el mundo. También sé que tras el resultado hubo algún mal entendido. De todas formas, nos lo pasamos genial en los ensayos y el día de la gala me lo pasé genial. Puedes tener los nervios a flor de piel, pero vivir todo eso fue un espectáculo”, comenta Ismael.
A partir de ser elegidos Miss y Míster Melilla, a ambos les esperan muchos actos que empezarán en la Feria de Melilla y que finalizarán en el certamen Miss y Míster España al que Ismael sabe perfectamente con qué actitud va a ir”: “yo voy a sonreír, y que no me gane nadie en carisma, ni actitud, pero voy a intentarlo”.
Por su parte Nerea también lo tiene claro: “me estoy mentalizando, queda un año de preparación, una amiga mía es Miss Comunidad Valenciana y también se presenta al mismo certamen, así que me aporta tranquilidad. Me lo tomaré como una aventura, una nueva experiencia y si consigo un buen puesto me alegraría muchísimo”.
Durarte este año seguiremos muy de cerca a Nerea e Ismael dos merecidos ganadores no sólo por su belleza sino por su simpatía y lo que, es más importante, por su inteligencia.