El viceconsejero culpa a la Confederación Hidrográfica del estancamiento de aguas en el tramo cercano a ‘Las Palmeras’.
El Gobierno autonómico no disminuye la intensidad de sus quejas sobre el estado en el que se encuentra el cauce del río de Oro, ya que en la jornada de ayer fue el viceconsejero de Medio Ambiente, Guillermo Merino, el que se sumó a las críticas de la Ciudad Autónoma, pues aseguró que, de seguir así, el río acabará convirtiéndose “en una auténtica ciénaga”.
En concreto, reseñó que el tramo que discurre cerca de la urbanización de ‘Las Palmeras’ se encuentra en una situación “lamentable”, pues destacó que se ha formado un estancamiento de aguas que ha provocado que proliferen especies animales peligrosas, como ratas, y malos olores.
Sobre este hecho, culpó a la última actuación realizada en la zona por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, pues aseguró que se taponó la salida del agua, provocando una pequeña laguna.
“Es muy triste ver en que estado se encuentra el cauce de nuestro río”, lamentó Merino, quien reiteró lo comentado por el Gobierno local en los últimos días sobre la posibilidad de solicitar permiso a Madrid para limpiar la zona.
“No podemos hacer nada, nos encontramos con las manos atadas en este asunto”, añadió el viceconsejero, “tan sólo podemos instar a la Delegación del Gobierno a que tome cartas en el asunto para solucionar la situación. Pese a lo que dicen desde el Área Funcional de Fomento, el estado del río augura que se pueden producir infecciones de todo tipo”, sentenció.
Por tanto, nueva petición de la Ciudad a Delegación para poner punto y final al problema, aunque de momento los segundos insisten en que el río no se encuentra en malas condiciones.