El CF Rusadir se reencontró con la victoria en un partido muy competido cuyo desenlace se produjo en los últimos minutos ante un buen rival que gozó de claras ocasiones de gol, pero que se topó con un Ayman que lo paró todo. La escuadra melillense suma tres puntos que valen su peso en oro de cara a mantener serias opciones de pelear por mantener la categoría. El Calavera trató de llevar siempre la iniciativa, pero los de Hakim, bien posicionados en el campo, no perdieron en ningún momento la fe en sus posibilidades y al final el esfuerzo tuvo el merecido premio.
La primera mitad resultó muy entretenida entre dos equipos que no le perdieron nunca la cara al partido, cada uno con sus armas. El Calavera con un juego de posesión intentando hilvanar jugadas desde la zona de inicio y con jugadores de gran calidad en la de creación en la que Marcos y Jan destacaron sobremanera.
El Rusadir dispuso de dos ocasiones claras para adelantarse en el electrónico cuando todavía no se había cumplido el minuto diez de partido, primero con un libre directo ejecutado de manera magistral por Ramón al que Eric respondió con una gran parada para desviar el cuero que terminó estrellándose en el larguero, y después en una cesión de un defensor que el meta sevillano no llegó a controlar y que Braim no aprovechó en boca de gol dando tiempo a un defensor a abortar la ocasión.
Con el paso del tiempo los visitantes se hicieron con la iniciativa en el juego, llegando a disfrutar de varias ocasiones claras de gol que no fructificaron gracias a la buena actuación del meta local Ayman. Jan pudo adelantar al Calavera al filo del cuarto de hora de partido con un disparo que repelió el travesaño y acabó en las manos del portero melillense. Tan solo cuatro minutos después Jan habilitaba con un pase interior a Lucas, que se plantaba ante Ayman y lo batía de disparo cruzado.
Tras el gol, los hispalenses crecieron en su juego, pero se toparon con un inconmensurable Ayman que mantuvo a su equipo en el partido. Primero desviando a córner un disparo envenenado de Enrique y casi a renglón seguido otro de Lucas, que se plantó ante el arquero rojinegro.
El Rusadir no perdió la compostura y a poco del descanso se asomó con más frecuencia al área andaluza. Hamete habilitó con un pase medido a Braim, que algo escorado conectó un potente disparo al que respondió con acierto Eric. La cosa no quedó ahí y en la siguiente acción Usama era derribado claramente dentro del área por Marcos. El colegiado, muy cerca de la jugada señaló el punto fatídico y el propio Usama se encargaba de establecer el empate con un disparo colocado engañando al arquero visitante.
Tras el paso por los vestuarios el partido bajó en vistosidad, pero no en cuanto a intensidad. Al filo de la hora de juego el Rusadir pudo adelantarse en el marcador por mediación de Braim, pero Eric lo evitó despejando con el pie.
La réplica llegaba poco después en centro desde el flanco izquierdo de Pozo que Rubén cabeceaba totalmente solo en el segundo palo, pero de nuevo Ayman salvaba la situación despejando con el pie.
El partido entró en una dinámica de toma y daca con alternancia en el juego hasta que llegaba la jugada polémica del choque. A ocho minutos de los 90 reglamentarios Ramón se hacía con un pelota dentro del área y disparaba con intención golpeando el cuero en el brazo de un defensor, penalti claro que no pitaba el árbitro a pesar de las protestas de jugadores aficionados locales. Poco antes Braim pudo adelantar al cuadro rojiblanco con un disparo al que respondió Eric bien colocado en el primer palo. La insistencia local tendría el premio merecido a falta de dos minutos para el final en una acción en la que un balón colgado al área golpeaba en el brazo de un zaguero hispalense y esta vez sí, aunque menos claro que el anterior, el árbitro señaló la pena máxima que se encargó de transformar Ramón de disparo raso y colocado engañando al portero visitante que se lanzó al lado contrario.
El Calavera lo intentó en los últimos minutos con más corazón que cabeza, pero se encontró con un Rusadir que supo conservar la ventaja para sumar tres puntos que valen su peso en oro.
